Al paso solemne de los tambores y los capirotes, de estación en estación de penitencias iluminadas de incienso y llama de cera, al paso que baila al Cristo sin desenclavar.
14 de abril: encrucijada en medio de los resortes vitales, desbordados y felices, de quienes optan por las procesiones confesas, sacras y de fe santificada, por el auge del turismo y el negocio rumboso, de devoción y pasión saetera, como y también de quienes optan por la enseña tricolor, insignia en la solapa, con la añoranza a solas, desde el relumbrón aconfesional y republicano.
14 de abril en el corolario de quienes amamos el intento entusiasta e incontenible de nuestros mayores que fueron a fijarse en el morado del espliego, al ritmo del esfuerzo mal pagado de braceros y proletarios, condenados por haber sido pobres de solemnidad, porque la libertad y la igualdad no rimaban con la fe de los ricos y señoritos.
14 de abril, vienes santo y aniversario de la proclamación de la 2ª república, y España entera recogida y ensimismada en sus fervores y sus orgullos al rebufo del dios crucificado muy particular, al relente de la República soñada.
¡Salud y república!
Torre del Mar 14 de abril de 2.017