Y sin embargo somos legiones, y a menudo, codo con codo, decidimos marchar contra la barbarie y la mentira, apagados los televisores, cerrados los comercios, apagadas las luces de neón, al ritmo de nuestras voces indignadas, como ayer marcharon miles y miles de mujeres al grito de que son libres y quieren seguir siéndolo, frente al machismo y la mentira, frente a la esclavitud de las ideas reducidas a eslóganes vacíos e implacables, mientras nuestros amos y señores pastorean desde sus tribunas la mansedumbre de los pobres de la tierra.
Y seguimos siendo legiones y nos da vértigo llegar a sospecharlo, y seguimos siendo más, explotados, vilipendiados, enfrentados unos a otros, abocados al consumismo feroz, a la efímera dicha de sentirnos copartícipes de los éxitos de ellos, mientras nuestros cristos siguen en sus cruces . .. por desenclavar, mientras nuestros hermanos siguen muriendo víctimas del establishment que organizan y aseguran nuestros amos y señores, en las playas, huyendo del miedo y la miseria, bajo las bombas inteligentes, día a día, noche a noche, a la intemperie de la calefacción que no abriga a millones, de la carestía que debilita a otros tantos millones, al socaire de la injusticia y la marginación que va aniquilando lentamente, . . . mientras prometen que, una vez más, “volveremos a ser los dueños de la tierra”, al servicio e nuestros amos y señores . . . vestidos de armiño y codicia. Y seguimos siendo legiones ocupando arrabales y gritando en las calles, a oscuras, iluminados con velas y firmes frente al engaño que no cuaja, mientras se rinden los humildes y sueñan los infelices, en nuestras travesías vitales por los desiertos que nos describen, desde sus poltronas y despachos, haciendo cuentas de negocios redondos, en nombre de nuestra felicidad que se confunde con la desesperación callada y sometida, mientras cada poco anuncian el inicio de una nueva era de maná y feracidad, mientras saben que volverá a seguir esquilmando hasta el último erial, y los parias de la tierra apenas lograrán reconocerse humanos, frente a la desesperanza de quien ya no reconoce a su . . . hermano, a su compañero.
Y siendo legiones, regresará el odio a enseñorearse, unos contra otros, en un despropósito cruel y sanguinario, sin que, siendo legiones, se ponga en entredicho el mal reparto, la desigualdad maligna y perversa, cuando lleguemos a matarnos, si esa fuera la orden . . . por las migajas no contabilizadas.
Y nuestros emperadores, reyes y presidentes, hombres y mujeres de Estado . . . continuarán, con sus culos desnudo, repartiendo consignas, soflamas y promesas que sean bofetones a . . . los pobres, mientras estos, siendo legiones, seguirán tapando el culo de sus . . . amos y señores.
Y por eso, . . .”La Banca española calcula que devolverá sólo la mitad de lo cobrado en exceso por las cláusulas suelo”.
Y sólo nos habrá importado cómo ha quedado nuestro equipo favorito.
Torre del Mar enero – 2.017