Para la asociación de vecinos, en Pedregalejo los años 80 están a la vuelta de la esquina, porque con la salvedad de mejoras aisladas como la pasarela sobre el arroyo Jaboneros, la biblioteca 0 el estrecho pasillo verde de los jardines de la Niña de la Puebla, el barrio apenas ha cambiado.
«En dos años termina el PGOU de 2011 y si hay que redactar uno nuevo, ¿qué es lo que tomamos de aquí, porque en 30 años apenas se ha hecho nada», critica Adolfo García, de la asociación de vecinos de Pedregalejo, que se teme que el próximo PGOU se limitará a incluir todos los proyectos incumplidos de las tres décadas anteriores, que son muchos.
Esta semana, por ejemplo, explican que se reunirán, junto con los vecinos del Palo, con el subdelegado del Gobierno, Miguel Briones, para pedirle que agilice en Madrid la famosa legalización de las casas de las playas de Pedregalejo y El Palo. Como recuerdan, en noviembre de 2015 el propio subdelegado les anunció que tendría lugar antes del verano de 2016, pero un recurso de inconstitucionalidad de varios artículos de la Ley de Costas, presentado por los socialistas, «ha dejado el deslinde aparte para garantizar cómo queda el dominio público», explica Adolfo García.
En Pedregalejo, sólo el tramo central de la playa se ha podido delimitar por Costas esta primavera, «pero porque ahí nunca hubo deslinde antes», apunta Antonio Delgado, presidente vecinal.
«Nos tememos lo peor»
Una de las principales reclamaciones es la realización del Plan Especial de Mejora del Medio Urbano de Pedregalejo, incorporado al PGOU de 2011 y que los vecinos recalcan, no se limita a reformar el paseo marítimo sino que incluye además, entre otras medidas, la transformación en travesía urbana de la calle Bolivia y el arreglo de numerosas calles de la playa.
Adolfo García recuerda que a finales de junio se cumplirá un año de la reunión de la asociación con el concejal de Urbanismo, Francisco Pomares, sin que haya habido ningún avance. «El peligro de esto es que el Ayuntamiento solo habla del paseo marítimo y algunas cosas más que va a poner, como árboles y juegos infantiles, un batiburrillo, pero nunca utilizan la palabra plan especial», lamenta Adolfo García, que recalca que los vecinos «nos tememos lo peor», puesto que, según les han informado fuentes de Urbanismo, todavía no se ha redactado ni el avance del plan.
A este respecto, el presidente Antonio Delgado destaca: «Queremos una reforma integral, lo que está en el PGOU, no solo el paseo marítimo, porque cuando llueve mucho por los aliviaderos se salen las aguas fecales».
En todo caso, con respecto al paseo marítimo el presidente vecinal recalca que la asociación quiere que continúe la separación entre la acera y la zona de paseo, así como la misma anchura. Además, también recuerda que «los vecinos no queremos ni un restaurante ni un bar más en el paseo marítimo», para no acabar con lo que sigue siendo un barrio tradicional.
Pero además, continúan sin desarrollo urbanístico otras zonas del barrio como el antiguo cine Lope de Vega y discoteca Bobby Logan, así como Villa Luisa, una casa en Eugenio Sellés que está destinada a ser equipamiento para el barrio.
La asociación también ha pedido que se mantenga y ejecute la conexión de tres parcelas verdes que permitiría unir con un pasillo verde los Baños del Carmen con el Parque del Morlaco, una de ellas, la del lavacoches frente al Balneario.
Equipamiento hospitalario
Con respecto a las necesidades sanitarias del Este de Málaga, la asociación de vecinos recalca la necesidad de que esta zona de la ciudad tenga cuanto antes un equipamiento hospitalario, ya sea un CHARE, que, calculan, costaría unos 30 millones de euros, o bien el tercer hospital. En todo caso, Antonio Delgado subraya que el Este de Málaga cuenta con dos grandes parcelas, Witemberg y El Tinto, con conexión directa con la autovía.
Adolfo García cree que, finalmente, el tercer hospital se construirá junto al Civil, «pero eso no quita para que en esa zona se ponga algo intermedio». En todo caso, calcula que podría atender a unas 118.000 personas.
Por último, critican la falta de limpieza, en especial en la zona de la playa, para la que piden una mayor frecuencia de recogida de basura para que los restos de bares y merenderos no se acumulen. Para los vecinos, el barrio sigue anclado en los 80.