La Ópera de Viena y el Estado de Austria galardonaron hoy al barítono malagueño Carlos Álvarez y a la soprano barcelonesa Montserrat Caballé con el prestigioso título de "Kammersänger". En un acto celebrado en la Sala de Té de la Ópera de Viena, la ministra austríaca de Educación, Arte y Cultura, Claudia Schmied, les otorgó el título tras agradecerles "la brillantez y pasión que transmiten en Austria" y calificar a ambos como "conquistadores del escenario operístico de este mundo".
El galardón, que mantiene su nombre desde la época del Imperio Austro-Húngaro, cuando significaba "Cantante de cámara de la Corte", es una de las mayores distinciones que otorga la república alpina a los artistas en el campo de la música. Según recordó el director de la Ópera de Viena, Ioan Holender, una contribución artística extraordinaria y una larga fidelidad a esta casa de teatro lírico son los dos criterios por los que se eligen a los portadores del título. "Hoy tenemos un auténtico día español", dijo Holender en un discurso donde destacó tanto las diferencias como los paralelismos entre los dos conocidos cantantes españoles, que gozan de una gran popularidad entre el público austríaco.
Tanto Caballé, que el pasado día 12 celebró en Viena su 74 cumpleaños, como Álvarez (40 años), deleitan actualmente al público vienés en "La hija del regimiento", de Gaetano Donizetti, que se presenta por última vez el sábado próximo. Tras recordar los diversos papeles que encarnó la soprano en la Ópera de Viena después de debutar aquí en 1959, como Elvira en "Las bodas de Fígaro", de Mozart, Holender opinó que "Montserrat Caballé es un ejemplo de cómo es posible llegar muy lejos a través de un camino lento".
Con respecto a Álvarez, el director del teatro destacó tanto la "humildad y rectitud" que ha caracterizado su trato y trabajo, como su valor artístico, y resaltó especialmente su capacidad para interpretar a Giuseppe Verdi. "En mi opinión, Álvarez realmente está aquí en la tradición de las grandes voces de Verdi", afirmó. "Una tendría que pagar para poder cantar aquí", respondió por su parte Caballé al agradecer el galardón recibido, ante un público que aplaudió calurosamente a ambos artistas. "Esta casa tiene una tradición maravillosa, una atmósfera creada por tanta gente que ha pasado dejando lo mejor. Creo que pertenecer a esta tradición es un privilegio, pero lo mejor es que he gozado cada segundo que he estado aquí", dijo Álvarez.
Montserrat Caballé consideró que la Ópera de Viena "es un teatro que ha cuidado siempre su gran seriedad en la interpretación, en la ejecución de las obras. Yo diría, es el corazón de la música en Europa, casi un templo de la ópera". El cantante se siente "muy acogido, muy en su hacer, muy en su vida y en el amor del público hacia él. Es un público que te adora, y no te adora por una noche, te adora sencillamente desde hace años y eso te lo demuestra cada vez que sales a la calle o cada vez que sales a escena", explicó. Recordó como, al debutar aquí, se dio cuenta "de repente, que la acústica de este teatro es tan fantástica que no necesitas absolutamente ningún esfuerzo para cantar en él".
Por su parte, Carlos Álvarez destacó como uno de sus "mejores recuerdos" su primera actuación en este escenario, cuando encarnó a Fígaro en "El Barbero de Sevilla", de Rossini, en 1995. "Fue la intensidad de lo desconocido, porque no había tenido la oportunidad de tener un contacto previo ni con la orquesta, ni con el escenario. Sólo habíamos ensayado en una sala y luego, directamente a la función. Es uno de los mejores recuerdos. Fue el primer contacto con el público vienés y a partir de ahí se ha creado una especie de relación amorosa", dijo a Efe el barítono.
Tras la actuación de este sábado, Álvarez reaparecerá en este teatro lírico el próximo mes con la ópera "Andrea Chénier", de Giordano, y se prepara ya para participar el próximo año en el estreno de "La forza del destino", de Verdi. "Mi presencia aquí está asegurada hasta 2010-2011", afirmó el barítono, quien actuará además en España a partir de septiembre en el Liceo de Barcelona, antes de participar en las temporadas de Valencia y Málaga.
También Caballé tiene por delante una agenda apretada: "voy ahora a Colonia para unas misiones de la UNESCO, el 12 actúo allí. Además voy a actuar con la Filarmónica de Berlín y después voy a Italia, vuelvo a Viena el 1 de julio y luego me voy a hacer una ópera al Festival del Mediterráneo en Francia", adelantó la cantante.
DIARIO SUR