El cuadro de servicios a disposición de cada dependiente, según las circunstancias personales, incluye la teleasistencia, residencias, centros de día y de noche, asistentes personales y ayuda a domicilio. El catálogo aprobado no va más allá del mero enunciado, no fija la intensidad o frecuencia de las ayudas, y sólo en el caso de la ayuda domiciliaria precisa que los casos más graves tendrán garantizadas entre 70 y 90 horas mensuales, entre dos y tres horas al día.
El acuerdo alcanzado incluye también las prestaciones económicas que recibirán los dependientes cuando su comunidad autónoma no pueda ofrecerle la prestación del servicio, bien porque no hay residencias suficientes, faltan centros de día o ayudantes domiciliarios.
Aportación en metálico
Sólo en esos casos, que se espera sean excepcionales y en estos primeros meses de rodaje de la ley, la ayuda será en metálico para que contrate los servicios en el mercado privado. Los grandes dependientes de nivel dos, los más graves, recibirán 780 euros al mes, y 585 euros los de nivel uno, algo más leves. Con ellos podrán ayudarse a pagar una residencia o bien un asistente personal que les facilite la autonomía para trabajar, estudiar o realizar otro tipo de actividades. Si decide que le cuide en casa un miembro de su familia, el cuidador o cuidadora deberá darse de alta en la Seguridad Social -la cuota, 74 euros, la pagará el Estado-, y percibirá al mes 487 y 390 euros netos para el nivel dos y uno, respectivamente.
DIARIO SUR