Por encima de la guerra de cifras entre los sindicatos -cuantificaron el paro en un 90%- y la patronal -redujo la participación hasta el 30%- la huelga fue mucho más patente en las grandes obras públicas que se llevan a cabo en la capital (tramo final de la línea de alta velocidad, metro y aeropuerto), donde apenas hubo actividad. En las privadas, como la construcción de viviendas y, en especial, en el resto de la provincia, el paro tuvo una escasa incidencia.
Más de 95.000 trabajadores estaban llamados al paro, de ámbito regional y convocado entre otros motivos en demanda de un convenio andaluz de la construcción. En Málaga se sumaron otras reivindicaciones como la apertura de las negociaciones para el convenio provincial y la equiparación de las condiciones económicas con el resto de la Comunidad autónoma. Y es que, según remarcaron ayer los sindicatos, los trabajadores del sector en la provincia son, con los de Almería, los que menor salario perciben.
La valoración de los empresarios ante el conflicto, que tendrá continuación hoy con la segunda jornada de huelga, la resumieron el secretario general de la Asociación de Constructores, Juan Moreno, y el vicepresidente ejecutivo de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), Javier González de Lara. Ambos coincidieron en el bajo impacto del paro, por debajo de un tercio de los trabajadores del sector, y en que fueron las grandes infraestructuras citadas y otras como las obras del puerto las más afectadas. Además, hubo satisfacción por la ausencia de incidentes.
Según Juan Moreno, la acción de los piquetes fue decisiva: «Sólo una empresa ha parado tras una asamblea de trabajadores, y habíamos aconsejado que nadie se enfrentara a los piquetes, pese a que igual que existe y se respeta el derecho a la huelga, habría que respetar el derecho a trabajar». El directivo de la patronal de la construcción mostró también su sorpresa por el paro: «Es un mandato de los sindicatos que no se negociaría en Málaga hasta que se aprobara el convenio nacional, que está en negociación», dijo Moreno, que añadió: «Lo de Madrid puede cerrarse en unos días, y entonces nos sentaremos a hablar para el convenio de Málaga».
En similares términos se pronunció el vicepresidente de la CEM, González de Lara, quien negó que los trabajadores de la construcción estén en Málaga peor que en otros puntos de la región. «Las condiciones generales en la provincia son mejores, con uno de los convenios más favorables de España», sentenció.
Actitud cicatera
Las consideraciones del secretario provincial de Comisiones Obreras, Antonio Herrera, fueron muy diferentes. El dirigente sindical mostró su satisfacción por que «la gente ha sido sensible» a la convocatoria de huelga, y acusó a la Asociación Provincial de Constructores: «Llevan muchos años con unos beneficios enormes, pero siguen actuando de manera cicatera, negándose a mejorar las condiciones económicas y de seguridad de los trabajadores».
Por su parte, el secretario provincial de UGT, Manuel Ferrer, calificó de «absurdo» el argumento de que haya que esperar al acuerdo nacional de la construcción. «Hay que negociar ya. No puede tolerarse que a estas alturas no haya ni siquiera un calendario laboral, y hay que abordar otros asuntos como la equiparación de salarios entre los que trabajan a destajo y los que no lo hacen», dijo.
Habrá que esperar a la jornada de hoy para conocer los cálculos del impacto económico de la huelga, que, a priori, los empresarios cifraron en más de 30 millones. Para las grandes obras de infraestructura como la remodelación del enlace de Alameda y Barriguilla (en la Ronda Oeste), el metro o el soterramiento del AVE apenas tendrá perjuicio. «Tiene un mayor impacto cara a la opinión pública que real», afirmó un portavoz del Ministerio de Fomento.
En toda Andalucía están convocados a la huelga casi 500.000 trabajadores que, según los sindicatos, secundaron el paro «de forma masiva». UGT y Comisiones advirtieron de que si se mantiene la postura de la patronal a no negociar un convenio único para toda Andalucía recrudecerán sus protestas y seguirán con las movilizaciones a partir del 14 de junio «con un calendario más contundente y más largo».
La Federación Andaluza de Empresarios de la Construcción (Fadeco) redujo el seguimiento de la primera jornada de huelga en este sector en un 70% en las grandes ciudades y en un 35% en los pueblos, mientras que rechazó la constitución de un convenio regional, como reclaman los sindicatos.
DIARIO SUR