Atención alumnos: propiedades gastronómicas de las sardinas; clases de leña; orientación de la candela… Alrededor de 15 alumnos recibirán a partir de lunes 2 y hasta el 8 de julio el tercer curso de espetador de sardinas, que organiza la ONG Amigos Malagueños de Rehabilitados y Marginados (Amfremar). Las clases teóricas se celebrarán en la sede de Amfremar y las prácticas, en las playas del Palo.
"Un espetero gana de 1.500 a 1.800 euros al mes, es una profesión donde se puede conseguir una estabilidad económica", asegura Fernando Gutiérrez, responsable de Amfremar, que recuerda que de los dos cursos anteriores, la mitad de los inscritos (siempre parados e inmigrantes), ha terminado escogiendo esta profesión como medio de vida y otros, lo han convertido en un complemento para sus ingresos, trabajando los fines de semana en chiringuitos familiares.
Además, el curso de espetero incluirá otro de manipulador de alimentos en una academia del barrio, tras el que recibirán un carné. "El 85 por ciento de los que se apuntan al curso de espetero son inmigrantes", recuerda Fernando Gutiérrez, quien explica que los alumnos, entre los que se encuentran hispanoamericanos, rumanos y búlgaros, recibirán clases teóricas para hacer espetos de sardinas, así como jureles, herreras y besugos asados a la caña.
El resultado de las clases junto a la candela será degustado por la tercera edad del distrito, acompañado por una ensalada. Además, el último día de clase están invitados directivos de peñas y asociaciones para dar buena cuenta del `examen final´.
Promoción. "Cada año estoy más ilusionado porque se van solventando fallos", comenta el responsable de Amfremar, que ha explicado que, ademas de paliar la falta de trabajo entre españoles y extranjeros, se promociona una profesión que estuvo a punto de extinguirse y que hoy ha encontrado el relevo generacional.
Amfremar, fundada en 2000, se ha convertido en un motor social del Palo, ofreciendo programas de comprensión lectora, integración, asistencia jurídica, social y psicológica. A partir de septiembre, la ONG pondrá en marcha `el área del abuelo´, que coordinará el propio Fernando Gutiérrez. "Tiene como objetivo hacer deporte y paliar la soledad del mayor, por eso hay programados paseos diarios de 45 minutos, visitas a pueblos y rincones de Málaga con una condición: para formar parte del área del abuelo hay que ser abuelo".
LA OPINION DE MALAGA