Éste es el tercer año que pasa el verano en Málaga con José Manuel, su padre durante las vacaciones. "Es un niño muy independiente, tiene muchos amigos, pero de vez en cuando coge la patineta y se pierde solo por el pueblo", afirma José Manuel. Pero a Fadel lo que más le gusta es la playa, como a la mayoría de los 40 niños y niñas que visitan Málaga entre el 16 de junio y el 15 de agosto gracias al programa Vacaciones en paz.
La Federación Andaluza de Asociaciones Solidarias con el Pueblo Saharaui (Faasps) coordina el proyecto que da a las familias malagueñas la oportunidad de acoger en casa a niños saharauis. El objetivo fundamental es proporcionarles una alternativa estival a las temperaturas extremas que padecen en verano en el desierto, algo que puede llegar a afectar a su salud. Pero las últimas campañas cumplen otra misión, según Francisco Guerrero, presidente de la Faasps: "Mejorar la alimentación de los chicos, ya que, en estos últimos años, la ayuda internacional ha disminuido de manera importante; cerca del 40 por ciento de lo que llegaba hace años ha dejado de llegar".
El Ayuntamiento de Málaga ha colaborado con la Asociación Malagueña de Amigos del Pueblo Saharaui a través del Área de Bienestar Social, que subvencionó el proyecto con 5.840 euros. Para Guerrero, esta colaboración debe ser más comprometida. "Pedimos al alcalde Málaga y al Ayuntamiento que nos echen una mano real para que el conflicto realmente se solucione, sin olvidar que el pueblo saharaui tiene derecho también a la independencia", apuntó el presidente de la Faasps durante la rueda de prensa.
Tindouf acoge a muchos refugiados que llegan desde la región del Sahara occidental debido al conflicto entre el gobierno marroquí y el Frente Polisario. Cuando España abandona la antigua colonia, en 1976, Marruecos invade el territorio e impide que se lleve a cabo el proceso de independencia que se había iniciado. Actualmente, más de 150.000 personas viven como refugiados. Estos niños son algunos de ellos.
DIARIO MALAGA HOY