Además, lo peor de una tormenta de verano es cuando llega de improviso; pero el alcalde estaba avisado y, así, ayer decidió capear la polémica con la sensación de que estaba ante un pequeño temporal. De la Torre se mostró convencido de que el asunto «no irá a más, sino a menos y desaparecerá porque es como una tormenta de verano».
En esta línea, el primer edil quiso colocar paños calientes, aunque echó mano de una ligera dosis de ironía: «En Unicaja hay gente inteligente, es una entidad seria y cuando piense serenamente dos o tres veces este asunto, se dará cuenta de que está en un error y de que lo que hay que hacer es justamente lo contrario de lo que dice, establecer y fortalecer los mecanismos de colaboración entre ambas entidades».
Por eso, De la Torre consideró «inadecuada» la respuesta de la caja de ahorros y la achacó a «un malentendido» por parte de los responsables de la entidad financiera. «Si hay una voluntad sincera de cooperación, ya que no se puede hacer en el marco del pliego de condiciones del CAC Málaga, busquemos las mil fórmulas que hay en otras cuestiones», prosiguió el alcalde.
El primer edil defendió sin fisuras la decisión de la mesa de contratación de excluir a Unicaja del concurso público para gestionar el CAC Málaga, un proceso en el que sólo queda la candidatura de la actual adjudicataria, Gestión Cultural y Comunicación, representada por Fernando Francés. Así, el alcalde argumentó que los técnicos han estudiado la documentación «con absoluta objetividad y con el máximo cariño» y que al final el Consistorio «no ha podido hacer otra cosa» que dejar fuera a la caja malagueña.
Una decisión firme
Seguro de la decisión que ha tomado la mesa de contratación, el primer edil apartó por un momento la diplomacia cuando instó a Unicaja a tomar medidas si estima que su descarte resulta injustificada: «Si cree que no estamos acertados, que recurra».
Por último, el alcalde comentó que, hasta la mañana de ayer, no había hablado personalmente con el presidente de la entidad financiera, Braulio Medel, si bien el viernes comunicó la decisión al director general de la entidad, Miguel Ángel Cabello.
Por ahora, aunque sólo sea «una tormenta de verano», parece lejano el momento en el que las aguas del Ayuntamiento y Unicaja vuelvan a su cauce.