Según los datos difundidos ayer por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, el número de parados registrados en las oficinas del Instituto Nacional de Empleo (INEM) de Málaga subió en agosto en 1.230 personas, lo que supuso un incremento del 1,48% respecto a julio, con lo que la cifra total de desempleados se situó en 84.305 trabajadores. De este grueso, 13.649 correspondieron al ámbito de la construcción, que registró un 16,4% más de trabajadores desocupados que en el mismo periodo de 2006.
En términos interanuales, el escenario laboral cobra tintes aún más dramáticos. En este sentido, el mes clave de la economía malagueña se cerró con 7.340 personas desempleadas más, lo que representó un alza del 9,54% en relación con agosto de 2006, cuando hubo 76.965 parados. La cifra es la peor de la última década. Así, las tablas históricas del INEM demuestran que hay que remontarse a 1998, cuando se contabilizaron 91.179 desocupados, para encontrar niveles similares.
Tercer año de crecimiento
Esta fotografía del mercado de trabajo indica que Málaga no consigue romper la mala racha que inició en agosto de 2004. Hasta entonces, el octavo mes del año siempre traía aparejado un descenso en las tasas de paro. Un dato positivo que aliviaba las cifras anuales. En 2004 las tornas comenzaron a cambiarse. Aquel agosto, las estadísticas de desempleo sumaron casi un centenar de parados más que en julio. Un salto inusual que, lejos de quedarse en un episodio anecdótico, se ha ido acentuando en los dos últimos años.
Los sindicatos CC. OO. y UGT- Málaga manifestaron ayer su descontento y preocupación ante esta coyuntura, que calificaron de «muy negativa e insoportable». A juicio de los representantes de ambas agrupaciones provinciales el aumento del paro en Málaga está íntimamente ligado tanto a la economía sumergida (cada vez más presente en el sector servicios, según su relato), al freno en el consumo interno -motivado, principalmente por el encarecimiento del precio del dinero y el valor de las hipotecas- y a la ralentización del mercado inmobiliario.
En relación a este último factor, conviene recordar las elocuentes últimas cifras de los proyectos visados por el Colegio Oficial de Arquitectos de Málaga. En la primera mitad de este año el número de viviendas aprobadas se redujo un 34,5% respecto al mismo periodo de 2006. En concreto, en el primer semestre de 2007, se visaron 16.477 casas frente a las 25.175 de la primera mitad del año pasado, una caída que resulta ser la mayor de los últimos 16 años y que, como muestran las estadísticas, empieza a notarse en las oficinas del Inem.
Inseguridad jurídica
La Asociación de Constructores y Promotores de Málaga, por su parte, achaca el aumento del paro sufrido en los últimos meses en el ladrillo a la desaceleración que atraviesa el sector y pide ayuda a la Junta de Andalucía para que aclare la ordenación urbanística y «evite la inseguridad jurídica existente».
En alusión al ámbito de la construcción, el secretario general de UGT, Manuel Ferrer, recordó ayer que en agosto se suele agravar el fraude con los trabajadores, «ya que hay muchos malos empresarios que envian a sus empleados al desempleo con la única meta de ahorrarse seguros sociales en el mes de vacaciones», aclaró.
Sobre las prácticas fraudulentas, el responsable de CC. OO. en Málaga, Antonio Herrera, destacó la existencia de una «importante economía sumergida» también en el sector servicios. Este ámbito, de hecho, acapara más de la mitad del número de desempleados en la provincia de Málaga, con un total de 49.744 registrados el pasado agosto, lo que arrojó un alza del 7,6% respecto al mismo periodo de 2006. «Lo que no tiene lógica es que en el periodo estival, el de más consumo del año, tengamos estas cifras tan malas de desempleo», indicó Herrera, quien insistió en que el actual modelo productivo de la provincia es «inestable».
En cuanto a los contratos , Herrera aseveró que también hubo una disminución con respecto a otros meses. «En agosto se hicieron unos 50.000 contratos, cuando en otros meses se hacen entre 10.000 y 12.000 más», dijo al tiempo que subrayó la.bajada de contratación indefinida, que se situó en agosto en un 7%, y la «altísima» temporalidad, cifrada en el 93%.