RAQUEL RIVERA. MÁLAGA El Ministerio Público es contundente. Los casos de violencia doméstica en el hogar protagonizados por menores han aumentado "de forma espectacular" en la provincia de Málaga. Así, según la memoria de 2006, estos asuntos se incrementaron un 29 por ciento al pasar de los 130 en 2005 a 181 el pasado año.
En la mayoría de los casos, los agredidos suelen ser los miembros más débiles de la familia, son los casos de la madre y los hermanos menores, y curiosamente son escasas las diligencias incoadas por agresión a abuelos.
La Fiscalía justifica el repunte de los asuntos instruidos en que cada vez son más los padres que pierden el miedo a denunciar a sus propios hijos, cuando la situación familiar es crítica y han agotado todas las vías. Además, con la reforma de la Ley del Menor tienen la posibilidad de solicitar una orden de alejamiento.
La mayoría de los problemas en el entorno familiar surgen cuando los padres tratan de reconducir la conducta rebelde del menor y no acceden a sus peticiones. Por contra, el menor reacciona de forma violenta.
Pese al aumento de las denuncias, hay un grupo de padres que se arrepiente e intenta dar una nueva versión de los hechos, probablemente más benévola, para conseguir la retirada de medidas cautelares, como el internamiento en centros o el ingreso de centros de convivencia.
Delincuencia. La Fiscalía de Menores reseña en su memoria un incremento de un veinte por ciento de las diligencias abiertas. En total se instruyeron 5.453 asuntos en 2006, lo que supuso una media de quince al día. Esta subida de la delincuencia juvenil se debe, según fuentes judiciales, al aumento de la población inmigrante, sobre todo el norte de África. "Inmigrantes menores de edad sin ningún tipo de soporte familiar, no pueden ser expulsados, y van a tener a veces como único medio de vida la comisión de hechos delictivos", según apunta el Ministerio Público.
Otros delitos que han experimentado un repunte son los de lesiones, y también la violencia en las aulas. En este sentido, la Fiscalía considera que han crecido las denuncias por acoso escolar, algunas se presentan tras la información que proporciona el centro educativo. Sin embargo, parte de estos escritos se archiva, ya que algunos presuntos agresores son menores de 14 años, por lo que las actuaciones corresponden al director del centro escolar o la administración autonómica.
Por otro lado, la Fiscalía descarta en Málaga la presencia de bandas juveniles especializadas en robos y hurtos, como existen en Barcelona o Madrid.