Un estercolero junto a un conservatorio de Música

Alfonso  Vazquez, publica en La Opinión de Málaga el abandono en el que se encuentra un solar en nuestro barrio.
Un estercolero junto a un conservatorio de Música
Los alumnos del conservatorio `Eduardo Ocón´ de El Palo conviven desde hace años con una escombrera maloliente y rica en bacterias. Alfonso Vázquez
Por suerte, el joven Mozart no recibió su educación musical en El Palo. Quién sabe qué habría sido de su futuro de haber recibido los efluvios permanentes de un solar cochambroso, pegado a la escuela, en la calle Practicante Fernández Alcolea.
Seguro que su nivel artístico habría bajado muchos enteros y en lugar de `La flauta mágica´ o la sinfonía Júpiter, habría compuesto la canción de verano.
Desde luego, no está demostrado que la vecindad de un solar que se ha convertido en el estercolero de El Palo avive el genio musical. Eso es lo que le pasa al conservatorio Eduardo Ocón.
El basurero a cielo abierto que tiene por vecino y que hace esquina con la calle Mar, es un clásico del `Ranking Malagueño de Solares Malolientes´.
Cierto que en la Trinidad abundan estos despojos sin control, y la asociación de vecinos ya no sabe a quién denunciar el problema, pero la riqueza `faunística y material´ del solar de Fernández Alcolea es digno de encomio.
Para empezar, cuenta con valiosas muestras de tazas de váter destrozadas y una selección de botellas y latas que no se encuentra ni en Chicote.
Como el propietario del solar no responde de esta tropelía y el Ayuntamiento está en paradero desconocido, todos los días se suceden las aportaciones anónimas, como un `guarrito´ que ha dejado de hacer agujeros y descansa en la maleza. Visto el percal, no se descarta que un día haga su aparición el león de la Metro, tal es la espesura.
Pasan los cursos académicos, y los alumnos, mientras `aspiran´ a un futuro como pianistas o violinistas, `aspiran´ los efluvios del solar. ¿Saldrán nuevos rubinstein o toscaninis de esta oxigenación o una remesa de `Georgie Danns´?