El 2007 ve pasar de largo muchos proyectos esenciales para Málaga

JOAQUÍN MARÍN D. MÁLAGA El año que hoy acaba se marcha eclipsado, tal vez, por la flamante e histórica llegada del AVE a Málaga. El tren de Alta Velocidad llegó el pasado día 23 de diciembre para quedarse y transformar radicalmente las costumbres de transporte en la provincia. Ha abierto de par en par una puerta a un nuevo turismo y aún está por ver la dimensión del beneficio económico que acarreará para la Costa del Sol. Pero esta agradable historia tiene, como todas, su contrapunto: el 2007 debía ser también la fecha de recepción de otros muchos y variados proyectos cuyos retrasos nos obligan a posponer la deseada cita. Y no días o meses, sino años. Y en un caso, el del saneamiento integral, incluso un lustro.
Málaga tiene a la vuelta de la esquina una nueva época en cierto modo inaugurada con el AVE. Pero no se puede quedar ahí; a la cola hay otras actuaciones imprescindibles para su desarrollo que o están en ejecución o a punto de iniciarse. El problema es que todas tendrían que haber llegado de la mano del tren de Alta Velocidad. Y algunas incluso mucho antes.
Nombres hay muchos. La hiperronda, el Puerto, el Aeropuerto, el hospital del Guadalhorce, el corredor ferroviario de la Costa del Sol… La lista no es interminable y puede que precisamente por eso, por ser proyectos conocidos, ansiados, demandados y exigidos, las administraciones deban dar más de una explicación a los ciudadanos. Sobre todo a aquéllos a los que los retrasos o incumplimientos perjudican directamente. Que, en el fondo, son todos.
Un recuento fácil de los proyectos que aún no han visto la luz -aunque deberían haberlo hecho- empieza por la segunda ronda Oeste de Málaga o hiperronda, una carretera que circula casi paralela a la actual circunvalación de la capital aunque en una cota superior y que está diseñada para aliviar la presión del tráfico en los accesos a la ciudad. Aunque el Gobierno prometió en su día que la inauguraría en 2007, ha sido en este año cuando han arrancado las obras. Ahora hay que sumar un plazo de casi tres años más para su culminación y eso nos lleva a finales de 2009 ó comienzos de 2010. La hiperronda comunicará Torremolinos con Las Pedrizas a través de Churriana, la Autovía del Guadalhorce y Puerto de la Torre. Como en otros muchos casos, la lentísima tramitación del proyecto por la falta de impulso gubernamental ha sido la responsable de su retraso.
También destaca en esta ´lista negra´ la prolongación de la autovía A-45 entre Antequera y Córdoba, cuyas obras deben finalizar el próximo verano después de más de seis años de trabajos. La necesidad de esta vía es mucha porque hasta ahora la carretera entre ambas poblaciones -y por ende la comunicación entre Málaga y la capital del califato- se hacía con un solo carril por sentido. Al menos ya hay siete tramos abiertos de los diez de que consta el trazado.
El Puerto es otro buen ejemplo. Málaga vivió más de la segunda parte del siglo pasado totalmente de espaldas al mar. Cuando se diseñó un plan para la recuperación ciudadana de un enclave tan importante en la ciudad llegaron las disputas políticas y las modificaciones. Al final eso provocó un retraso incomprensible que nos lleva a la actual situación: la remodelación de los muelles 1 y 2 y el derribo de la verja están en plena ejecución a pesar de que 2007 era la meta marcada para la finalización.
Y no queda ahí el recuento: el Plan Málaga del Aeropuerto, muy ambicioso y totalmente transformador del recinto, contemplaba la culminación de varias obras destacadas en el año que despedimos. Por ejemplo, la nueva terminal de pasajeros. Pero las máquinas están todavía en plena faena. Tampoco hay que olvidarse del hospital de alta resolución de especialidades del Guadalhorce, que debe construir la Junta de Andalucía. Están los terrenos pero nada más; sólo una partida económica en los presupuestos para 2008 que hacen pensar que comenzarán las obras en los próximos meses.