Desde las cinco de la tarde, medio centenar de agentes de la Brigada de Extranjería bloquearon las entradas y salidas de todos los tajos del suburbano y del soterramiento del Cercanías para realizar una inspección masiva de documentación. Los inspectores chequearon los papeles de todos los trabajadores de las dos obras.
El destacado operativo policial se prolongó al menos un par de horas. El personal no pudo abandonar la zona acotada por la policía hasta que terminó la inspección. Durante ese intervalo, los trabajos en ambas construcciones, aunque no llegaron a interrumpirse, sí se vieron alterados por la presencia de los agentes.
Transcurrido ese tiempo, los funcionarios de Extranjería trasladaron a la Comisaría Provincial a cuatro empleados para seguir haciendo comprobaciones de su documentación y de sus respectivos contratos de trabajo, puesto que al parecer no la llevaban consigo. Según fuentes cercanas al caso, éstos pertenecen a una subcontrata.
Actitud de colaboración
Fuentes de las empresas mostraron su sorpresa ante un despliegue policial tan amplio -por el número de agentes congregados- como inesperado, ya que la inspección les cogió completamente por sorpresa. No obstante, los encargados de las obras mantuvieron en todo momento una actitud de colaboración con los agentes de la autoridad.
Según pudo saber este periódico, el origen de la inspección está en la sospecha de que pudiera haber trabajadores dados de alta en dos provincias al mismo tiempo, concretamente en Málaga y en Córdoba.
Subcontratas
Así, se está intentando averiguar si las empresas investigadas habrían utilizado la misma documentación para contratar a más de una persona a la vez en lugares distintos. Las pesquisas se centran al parecer en dos subcontratas que se nutren de obreros inmigrantes.
Sin embargo, fuentes de la Comisaría Provincial de Málaga calificaron la intervención de ayer de «rutinaria» dentro de los controles de documentación que viene haciendo la Brigada de Extranjería en el sector de la construcción.