Al servicio de los paleños

ALFONSO VÁZQUEZ. MÁLAGA Yo no sé por qué me dan el homenaje, no quiero ser vanidosa", confiesa María Galán, pocos días antes de que el Centro de Mayores de Málaga Este, en El Palo, lleve su nombre.
Basta un repaso a su vida para ver que este homenaje, impulsado por la Asociación de Vecinos del Palo, está justificado.
María Galán Haro nació en el barrio en 1923. "Mi padre era jabegote y mi madre hacía las redes de los barcos de altura, no había otra cosa", explica. María perdió a sus padres siendo muy pequeña. Cuando contaba dos años, su padre fue bajado a tierra desde el barco, con una punzada en el oído. "Se murió a los 15 minutos", cuenta. Un año más tarde, fallece su madre de un ataque al corazón, y María marcha a casa de su tía Isabel.
"Era una persona antigua, muy severa, me educó a fuerza de palos y castigos, pero por lo menos dormía en buena cama y tenía suficiente comida", recuerda de su tía. Con los años, se pone a trabajar de asistenta en el Limonar, cobrando 10 pesetas al mes y se hace novia de José Rodríguez, ´Joseíto el Lobo´, un jabegote a quien conoce de toda la vida, que se convertiría en el padre de sus siete hijos.
Pero las penurias llegarían cuando María se queda embarazada de su novio y su tía la echa de casa. "Una prima mía me dio un dormitorio para vivir, cerca de donde pusieron el primer Tintero y allí nació mi hijo". A los pocos meses, en 1946, la pareja se casa en la parroquia de Las Angustias y en 1948, María aprovecha una visita del gobernador a las playas del Palo para pedirle "una casita". Es la misma que ocupa desde entonces en la calle Ricardo de la Vega.
La paleña se convierte en el padre y la madre de sus hijos, mientras su marido pasa hasta 40 días en alta mar, al cambiar la jábega por barcos pesqueros en las costas de África. María pierde un hijo con 6 meses y lava hasta las 4 de la mañana en un lebrillo, para que sus 5 niñas, que acuden al colegio de la Asunción y a las que llaman ´las muñecas´, vayan bien limpias a clase.
Ya por entonces, María Galán empieza a atender a sus vecinas. "Cuando se ponía una de parto, la llevaba al hospital y luego me echaba la obligación de llevarle lo que podía". Con la ayuda de las monjas de la Asunción conseguía algún canasto "y así ya tenían para comer ella y los chiquillos". También le hacía "la ropita" a la vecina que se quedaba embarazada, intentando siempre echar una mano a los demás.
El servicio al prójimo lo continuó durante cerca de 12 años en la Cruz Roja del Palo, cerca del arroyo Gálica, a partir de mediados de los 80. Lo que comenzaron siendo unos talleres de manualidades, se convierte en una oportunidad para atender a personas de la Tercera Edad. Viuda desde el 2000, María lleva 19 años en la asociación cultural de Mujeres del Palo y se ha convertido en la más veterana del Centro de Mayores. A partir de los 80 años se inició en la pintura al óleo, realizando bonitos cuadros que ahora adornan su casa y además conoce el encaje de bolillos y también las pasarelas, pues hasta en Antena3 Televisión participó en un desfile de modelos de la Tercera Edad.
El próximo miércoles, el Centro de Mayores de Málaga Este llevará el nombre de María Galán, en un acto en el que acudirán el alcalde de Málaga, vecinos y familiares. Su hijo mayor, José Rodríguez, sí sabe la razón de este homenaje: "Esto ha sido por el bien que está haciendo a sus compañeros y porque tiene un corazón de oro". Sus hijos, nietos y biznietos seguro que no faltarán en esa jornada tan especial que María Galán Haro se ha ganado con creces.