Detenidos una mujer y sus tres hijos acusados de explotar y vejar a una inmigrante en un bar en El Palo

 

Era camarera y empleada de la limpieza. Llevaba 18 meses trabajando de forma ininterrumpida, sin sueldo ni vacaciones. No tenía contrato ni seguro social. Dormía en un cuarto de reducidas dimensiones. En definitiva, vivía en un clima constante «presión, humillación y vejación», según los investigadores.

La policía ha conseguido liberar de estas supuestas condiciones de sometimiento y explotación a una inmigrante polaca de 30 años, que se encontraba bajo el yugo de una familia para la que trabajaba en un bar en la barriada de El Palo. Los agentes han detenido a la titular del establecimiento, una mujer de 68 años, y a sus tres hijos, según confirmaron fuentes policiales.

A todos ellos se les imputan presuntos delitos contra los derechos de los trabajadores y contra la integridad moral. A estos cargos se suman los de coacciones, que los investigadores atribuyen sólo a la madre y a uno de los hijos, a quien además le achacan un presunto delito de violación.

Todo comenzó el pasado 5 de marzo, cuando los funcionarios de la Unidad contra las Redes de Inmigración y Falsedad Documental (UCRIF) recibieron una comunicación de la Embajada de Polonia en Madrid solicitando la búsqueda urgente de una mujer de esta nacionalidad. La notificación advertía de que, según las noticias que habían llegado hasta la legación, la joven podría estar retenida contra su voluntad en Málaga.

Por mil euros y un coche

Los policías se pusieron manos a la obra y, en colaboración con la comisaría de El Palo, localizaron a la mujer en la zona Este de la capital. Según las indagaciones de los agentes, la víctima supuestamente llevaba año y medio trabajando en el bar y en la casa de los detenidos, sin sueldo ni vacaciones, bajo la promesa de que le iban a dar mil euros y un coche que nunca llegaron.

Durante este tiempo, la mujer habría recibiendo insultos, vejaciones, humillaciones y, en alguna ocasión, maltrato físico, según las pesquisas policiales, que la llevaron a un sometimiento psicológico y a una «alienación de su condición humana», señalaron las fuentes.

Tanto es así que, cuando los investigadores le preguntaron si mantenía una relación sentimental con uno de los detenidos, no fue capaz de contestar por sí misma. «Todo el mundo dice que sí», respondió. Precisamente a este arrestado, que en teoría era su pareja, se le imputa un presunto delito de violación, ya que la mujer manifestó que él llegó a utilizar la fuerza para mantener relaciones sexuales con ella contra su voluntad, según indicaron fuentes policiales.

Los investigadores apreciaron que no había tal secuestro, ya que la víctima tenía capacidad ambulatoria, aunque sólo salía para hacer recados. No obstante, su voluntad estaba tan sometida que, aseguran, ni siquiera se planteaba salir de allí.

Durante los registros realizados en esta actuación, los policías hallaron 40 macetas de marihuana.

Los cuatro detenidos han quedado en libertad tras pasar a disposición de la autoridad judicial.