JOAQUÍN MARÍN D. MÁLAGA La Jefatura Provincial de Tráfico de Málaga, donde cada día acuden miles de personas para sacarse el carné de conducir, pagar multas o tramitar compras y ventas de vehículos, ya no estará más en su ajada sede de la calle Mauricio Moro Pareto. Ayer fue el último día de actividad en este viejo edificio, que ha sabido crear en su entorno una pequeña industria de centros médicos y estudios de fotografía; a partir del próximo martes abrirá sus puertas en un flamante inmueble de la calle Max Estrella, en la zona de Teatinos.
Las interminables colas, los desconchones en las paredes y la paradoja de la práctica imposibilidad de encontrar aparcamiento en sus alrededores darán paso a una sede moderna, amplia, en la que la promesa de la desaparición de las largas esperas es la principal característica. Al menos, eso es lo que dijo no hace mucho la jefa provincial, Trinidad Hernández.
Pero atrás queda una historia de muchos años, la costumbre de cientos de miles de malagueños de toda la provincia obligados a acudir a Mauricio Moro para solucionar sus trámites con Tráfico. Ayer, los operarios de una empresa de mudanzas terminaban los últimos portes. Hay mucho que transportar, sobre todo archivos, para que el próximo martes esté todo listo. Como consecuencia del traslado, la Jefatura Provincial de Tráfico no podrá dar servicio público ni hoy ni el lunes -tampoco el fin de semana-, una circunstancia que pocos usuarios conocen. Al menos eso es lo que se desprende de las opiniones de muchos de los que salían ayer de la sede antigua. Hay un elevado número de malagueños que desconocen el cambio. Lo más probable es que se enteren cuando hoy vayan a Mauricio Moro y se encuentren con que las puertas están cerradas.
Perjudicados. Las reacciones de los vecinos y comerciantes de la zona son diversas. En general a nadie le parece bien la mudanza, toda vez que la sede de Tráfico ha mantenido en la zona una microeconomía que ahora va a desaparecer. Pero tampoco se echan las manos a la cabeza. Es el caso de Francisco Díaz, dueño de Foto Rápida, un negocio especializado en fotografías y fotocopias anexo al inmueble que hasta ayer ocupó Tráfico. "Me recortará beneficio, ya que el movimiento de gente es bueno, pero yo no me mudo a Teatinos. El edificio que dejan libre es de titularidad pública y tendrá que venir otro organismo que también atraerá a muchas personas", asegura.
Aunque pueda parecer lo contrario, quienes más perjudicados se sienten son los que trabajan por su cuenta -a cambio de la ´voluntad´- ayudando a rellenar formularios a quienes acuden a Tráfico a resolver trámites. Son todos vecinos de la zona y se ahora quedan sin una pequeña ocupación que, en muchos casos, supone una vía de ingresos importante en sus domicilios. Pero muchos de ellos no se resisten y se ´mudarán´ a Teatinos junto con el organismo.
En la nueva sede de la Jefatura Provincial de Tráfico trabajarán 165 funcionarios y 50 empleados como personal laboral. Tiene dos sótanos, planta baja, primera y segunda y una torre de comunicaciones que albergará el centro de control. Desde ahí se controlarán todas las carreteras de la provincia. En total, sin casi 10.000 metros cuadrados para una sede que será de las más modernas de España. Su construcción le ha costado al Estado 10 millones de euros.