Y es que, debido a la malísima calidad que tiene, estamos corriendo un riesgo utilizándolas por el mal estado higiénico-sanitario que presentan.
Además, en los días con viento de poniente, que en esta época del año no suelen ser pocos, las nubes de polvo que se producen hacen imposible el uso y disfrute de las playas, lo que también origina pérdidas económicas muy importantes en la hostelería, una fuente fundamental en la maltrecha economía del barrio, que no está para tirar cohetes.
Hace unos meses, en una visita que hizo a Málaga este representante del Ministerio de Medio Ambiente, se nos informó de que habían empezado a redactar el proyecto de mejora de la costa malagueña, con atención especial a las playas del Palo, y que suponía un coste total que a mí me pareció bastante generoso.
Aunque ahora caigo en la cuenta de que por aquel entonces estábamos en plena precampaña de las elecciones generales y autonómicas. Aun así, espero que cumplan su compromiso con nuestro barrio en esta legislatura. Francisco Leal.