Apenas pasaban unos minutos de las seis y media de la tarde, cuando el momento esperado durante todo el año en El Palo se cumplió y la Reina de los Mares empezó a recorrer uno de los barrios marineros de la capital. Desde los balcones y azoteas se lanzaron pétalos para celebrar la salida de la patrona de los marineros que, acompañada de numerosos marengos, protagonizó su tradicional procesión marítima y terrestre. Vecinos de toda la vida, malagueños de otras zonas de la ciudad y extranjeros llegados desde Alemania, Inglaterra, Francia y Japón disfrutaban de los intensos momentos. «No es la primera procesión que veo, pero es una de mis favoritas», cuenta Anako, una estudiante japonesa que no para de tomar fotos. Gonzalo Márquez y su señora traían hace años a su hija y ahora hacen lo propio con su nieto, que apenas cuenta un mes, vestidito de marengo.
No muy lejos de allí, en Pedregalejo, desde la parroquia del Corpus Christi, salía la Estrella de los Mares. «Venimos siempre que el trabajo nos lo permite», cuenta Francisco Ruiz, que acude junto a su mujer e hija. «Aquí es todo un poco más cercano, salen familiares nuestros con los remos», cuenta Tamara Peña.
Cuando la noche cubría la bahía, El Palo y Pedregalejo quedaron un año más unidos en alta mar en uno de los momentos más emotivos de la jornada como es el encuentro de sus dos vírgenes. Dos imágenes, pero un mismo sentimiento.
El mismo que se vivió a lo largo de toda la jornada en multitud de rincones. Si hay un día marcado en rojo en el calendario de los vecinos de La Carihuela, ése es el 16 de julio. Un año más, el popular barrio torremolinense se echó a la calle para acompañar a su patrona. Pero no fueron los únicos, ya que las mecidas de la Virgen del Carmen por el litoral congregaron a numerosos turistas que, cámara en mano, quisieron inmortalizar uno de los momentos de mayor fervor popular del municipio.
Primera guardia
La jornada comenzó a primera hora de la mañana en la iglesia del Carmen. Los más madrugadores pudieron presenciar los turnos de guardia a la imagen a cargo de los miembros de la Hermandad de Marineros, quienes también participaron en una misa cantada por el coro rociero La Carihuela. Aunque lo mejor estaba por llegar. Pasadas las 19.30 horas, el repique de campanas de la parroquia anunciaba la salida procesional de la Virgen. Ataviados con el traje marinero, los portadores se esforzaron para que la Patrona luciera en su máximo esplendor por las principales calles del barrio. A su llegada al paseo marítimo la esperaban miles de personas, muchas de las cuáles se agolparon en el Rincón del Sol para seguir en primera línea la misa marinera previa al momento más emotivo de la jornada. Pese a que el mar estaba algo más revuelto de lo esperado, los portadores se afanaron a la hora de embarcar a la Virgen para que pudiera bendecir las aguas, seguida por una decena de barcos pesqueros que cada día salen a faenar en busca de ese pescaíto convertido en emblema de La Carihuela.
Rincón de la Victoria
En Rincón de la Victoria, la jornada comenzó temprano con la ofrenda floral, claveles de todos los colores para la barca y la iglesia de Nuestra Señora de la Victoria, y orquídeas y pequeñas rosas para el trono de la patrona. Pasadas las ocho de la tarde comenzó la procesión. La banda de cornetas y tambores Lágrimas de San Pedro de la capital abrió el cortejo. Cuarenta hombres con trajes de marinero portaron a Nuestra Señora del Carmen por las calles del pueblo.
Ya en el mar, y acompañada por numerosas embarcaciones, inició su recorrido hacia la hornacina de la antigua Virgen del Carmen de El Tajo. Muy cerca y casi a la vez, los marengos de La Cala del Moral también celebraron su procesión en honor de la Reina de los Mares. ESTA INFORMACIÓN HA SIDO ELABORADO POR: Francisco Jiménez, Eva Guzmán y J. Pedro Marfil.