Asombrados ante esta actuación y la falta de información sobre la misma, los usuarios de estas 16 hectáreas de superficie arbolada han expuesto la situación ante la Diputación Provincial, la Junta de Andalucía y el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona). «No podíamos tolerar que acabasen con árboles de más de 50 años de antigüedad», declara Nani Poves, vecina y portavoz de los que disfrutan a diario de este parque.
Respuesta municipal
La respuesta municipal la ha dado la concejala de Parques y Jardines, Teresa Porras, quien asegura que el corte de los árboles se ha efectuado para hacer un cortafuegos. Por tanto, Porras encuadra la acción dentro de un plan de prevención de incendios realizado a petición de un vecino, cuya casa colinda con el suelo serrado. «Es una tala completamente legal que se ha hecho para evitar un riesgo», defiende la concejala.
En cambio, la semana pasada la Consejería de Medioambiente de la Junta de Andalucía levantó acta de lo acontecido en El Morlaco, un hecho que en principio no implica sanción. «Al no ser un parque forestal, aunque lo parezca, sino urbano es de competencia municipal», asegura la delegada provincial de Medio Ambiente, Remedios Martel.
Las personas contrarias a la tala defienden que los pinos cortados, con un diámetro medio de 30 centímetros, se encontraban allí con anterioridad a las casas. Asimismo, observan con asombro la existencia de idénticos ejemplares en el interior de dichas viviendas, lo que a su juicio desmonta la justificación del peligro de incendio
