Éste año los campeones vinieron desde Riolobos, en la provincia extremeña de Cáceres. Era la tercera vez que participaban en el concurso y lograron su segundo primer premio. El oficial Lucio Jiménez y su hermano y ayudante Raúl consiguieron el primer premio de 6.000 euros en metálico. «Esto se lo gastan nuestras mujeres en una tarde», bromeaban ambos.
El concurso comenzó poco después de las ocho de la mañana, los participantes que ya habían asistido a ediciones anteriores comentaban que se trataba de una de las estructuras más complicadas que habían tenido que realizar, de hecho muchas de ellas, se vinieron abajo antes de ser concluídas. No fue el caso de la obra de los dos hermanos cacereños. «Temíamos que se nos partiese de un momento a otro, pero finalmente hemos tenido suerte y se ha mantenido en pie», se sinceraron.
La competición contó con la presencia del Alcalde, Francisco de la Torre, que no pudo quedarse a la ceremonia de entrega de premios, a la que sí pudo asistir una nutrida representación del consistorio con el concejal de Seguridad, Antonio Cordero, a la cabeza, acompañado por Julio Andrade y Teresa Porras. También estuvieron ediles del grupo socialista como Francisco Paniagua y Pedro Moreno Brenes, de Izquierda Unida,.
A cada grupo participante se le proporcionaron tres sacos de cemento y un centenar de ladrillos como elementos base para la elaboración de la estructura. A los vencedores extremeños no les sorprendió demasiado su victoria. «No es la primera vez que nos llevamos el primer puesto, teníamos la esperanza de acabar en los primeros puestos y al final se ha conseguido» comentaban.
Lucio y Raúl tienen una pequeña empresa familiar de doce trabajadores dedicados a la construcción. «Somos cuatro hermanos y todos nos dedicamos a esto desde pequeños, es lo único que sabemos hacer», confiesa. El tema de la familia les ha venido bien. Sus otros dos hermanos vencieron el pasado año y como tales han formado parte del jurado de esta edición. «Eso no tiene nada que ver con que hayamos vuelto a ganar, no ha habido favoritismo», bromean.
Su estancia en Málaga será breve. «Lo del premio ha estado muy bien, ahora nos daremos una ducha, descansaremos un poco y de vuelta a casa; mañana antes de las ocho hay que currar», aseguró uno de ellos. Y es que este premio es un gran reconocimiento, pero tras él toca la vuelta a la dura realidad