RAQUEL RIVERA. MÁLAGA La primera reunión entre el Ayuntamiento de Málaga y la Junta de Andalucía para promover la construcción del macrohospital que unirá los tres pabellones del Carlos Haya acabó ayer con dos posturas claramente enfrentadas, que se convierten en la excusa para retrasar un proyecto que, por su envergadura, está planteado para largo plazo. La financiación es el escollo que divide a ambas administraciones y aleja la posibilidad de un acuerdo inmediato para sacar adelante esta infraestructura sanitaria.
Tras el encuentro, que tuvo lugar en el Consistorio, ambas partes comparecieron en rueda de prensa por separado. La consejera de Salud, María Jesús Montero, fue contundente al asegurar que no había recibido la receptividad que esperaba por parte del alcalde, Francisco de la Torre. "No me voy satisfecha de la reunión, pero confío en que se abra ahora un periodo de reflexión", manifestó.
La responsable de Salud señaló que no se ha avanzado nada sobre la financiación y la ubicación de la infraestructura, ya que "no ha habido un compromiso del Ayuntamiento" en este sentido. Montero solicitó a la corporación municipal que sea parte fundamenta del proyecto, que aporte su "granito de arena". La consejera sostuvo que es necesario "un pronunciamiento político" del Ayuntamiento a favor del hospital para avanzar, y lamentó no entender sus reservas en cuanto a las plusvalías del suelo para pagar parte de las instalaciones, presupuestadas en 600 millones de euros. "Compañeros de su propio partido y otros alcaldes han hecho posible que los aprovechamientos de las parcelas no vayan a promotores privados, sino a la inversión pública, que va a ser para todos los ciudadanos".
Por su parte, el alcalde dejó claro su "apoyo" e "ilusión" hacia el proyecto, pero no ocultó sus reticencias sobre la financiación mediante los aprovechamientos urbanísticos. "Los ciudadanos no entenderían que para hacer un hospital habría que llenar de casas los espacios de los actuales", aseveró.
De la Torre lamentó no haber recibido la documentación sobre el proyecto durante la reunión, ya que hubiera permitido, a su juicio, hablar más concretamente de su financiación y el enclave. "Mi mejor deseo es que salga adelante pero que también se respete la exigencia urbanística", advirtió.
La Junta reitera que sin la colaboración de todas las administraciones no es posible materializar el proyecto y pone como condición imprescindible que se sufrague parte del proyecto mediante las plusvalías del suelo donde ahora se levantan los actuales edificios del Carlos Haya. De otro modo, la infraestructura no saldría adelante, según las palabras de la consejera.
Pese a las discrepancias, ambas administraciones han acordado que los técnicos contacten para plantear los datos de la operación. "Vamos a darle el tiempo prudente para que el Ayuntamiento se pronuncie políticamente", concluyó la consejera. El alcalde de Málaga, por su lado, dijo que tiene "la mejor voluntad" hacia el proyecto y afirmó estar convencido de que se llegará a un punto común en las posturas.