Picasso: el genio inmortal

NICOLE CACHO. MÁLAGA Un día como hoy, pero hace nada menos que 127 años, en la muy malagueña plaza de la Merced, nacía un niño que sería bautizado como Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios Cipriano de la Santísima Trinidad Mártir Patricio Ruiz y Picasso. Dicen que al nacer no respiró, pero tras una bocanada de aire de socorro que le dio su tío, comenzó la andadura de uno de los artistas más importantes de la historia de la humanidad: Pablo Ruiz Picasso.
"A diferencia de la música, no hay niños prodigios en la pintura. Lo que la gente percibe como genio prematuro es el genio de la infancia. No desaparece gradualmente a medida que envejece. Es posible que ese niño se convierta en un verdadero pintor un día, quizás incluso en un gran pintor. Pero tendría que empezar desde el principio. Por lo tanto, por lo que a mí respecta, yo no era un genio. Mis primeros dibujos nunca se han mostrado en una exposición de dibujos infantiles. Me faltaba la torpeza de un niño, su absoluta ingenuidad. He hecho dibujos académicos a la edad de siete años, con una precisión de la que todavía me asusto", explicaba el artista, fallecido en 1973.
Han pasado 35 años desde que el genio malagueño nos dejó, pero ahora, más que nunca, su pintura sigue viva, al igual que su espíritu.
De moda. Así lo confirman las numerosas exposiciones, ciclos, subastas, libros editados y conferencias impartidas en todos los rincones del mundo que tratan de desbrozar y explicar el misterio Picasso. Pionero del cubismo, artista multidisciplinar, creador incansable, creativo sin temor a probar fórmulas agresivas y apuestas artísticas arriesgadas en una época en la que las libertades carecían de presencia, Picasso, pincel en mano y audacia en la mente, plasmó su mundo sobre lienzos, esculturas y versos para la posteridad, dando una lección de arte al mundo que nadie podrá olvidar. Picasso, 127 años después de su nacimiento, vive en presente, está más de actualidad que nunca. Jamás ha dejado de estarlo.
Precisamente, Tokio acoge estos días una retrospectiva de las obras del malagueño que, con 230 piezas, promete ser la exposición estrella del año de esta ciudad ávida de arte. ´Picasso y los maestros´, en París; una muestra en Roma -ciudad que no ha visto un cuadro expuesto del artista desde hace 55 años- y las incontables exhibiciones que se están desarrollando en varias ciudades españolas avalan la premisa de su modernidad. Son los diversos ´Octubres Picassianos´, festividades no oficiales que, sin embargo, cumplen a la perfección con el objetivo de ahondar en la ingente, interminable trayectoria creativa del maestro de maestros.
Y es que todo el mundo quiere aprender sobre Picasso y, los más pudientes, poseer un ´picasso´. Sin ir más lejos, se espera que un arlequín de pequeño formato de la etapa cubista del genio del pincel se subaste en Sotheby´s en Nueva York por más de 30 millones de dólares. Picasso sigue siendo el artista más cotizado en las subastas, por encima de Klimt y Warhol, entre otros.