El antiguo cuartel de Queipo es actualmente la sede de los servicios centrales de la Consejería de Justicia y Administración Pública. Pero está previsto el traslado en la próxima legislatura. Será entonces cuando se transforme en el Centro de la Memoria Histórica de Andalucía, donde se guardará para su consulta la documentación sobre la Guerra Civil y la represión en la comunidad.
La consejera de Justicia, Evangelina Naranjo, presentó ayer en el Parlamento autonómico el plan estratégico para recuperar la Memoria Histórica en Andalucía para el periodo comprendido entre el año 2009 y el 2013.Los generales José Fernández de Villa-Abrille y Julián López-Viota ya se olían que estaba pasando algo extraño en el cuartel de la Gavidia aquel 18 de julio de 1936. Según el historiador Juan Ortiz Villalba, estos dos militares fieles a la República intuían que el golpe estaba en marcha. Y así era. En una de las habitaciones del palacio de la Gavidia estaba escondido el general Queipo de Llano, quien acabó ordenando el arresto de los militares que rechazaron sumarse a la revuelta ese mismo día. »En ese momento es cuando se produce verdaderamente el alzamiento», indicó ayer Ortiz Villalba.
Queipo y los nacionales lo tenían todo planeado. Comenzaron a tomar los emplazamientos clave de la ciudad. Ya habían entrado en contacto con el director de Radio Sevilla, un ex militar, quien había preparado una conexión telefónica con la emisora. Queipo pronunció la noche del 18 su primer e histórico discurso anunciando el alzamiento desde el cuartel de la plaza de la Gavidia. Sus arengas luego se hicieron famosas. »Queipo era un perturbado, pero tenía dotes de orador y escritor. Sus charlas eran repulsivas y animaban a la masacre y la violación de mujeres y hombres», afirmó Ortiz Villalba, autor del libro Del golpe militar a la Guerra Civil.
La Junta de Andalucía quiere ahora convertir el palacete de en un símbolo a través de la creación del centro para la investigación y la documentación. Pero el plan anunciado ayer por Evangelina Naranjo contempla más iniciativas para el periodo comprendido entre el 2009 y el 2013. La consejera afirmó que se creará una comisión técnica formada por arqueólogos, historiadores, antropólogos y forenses para abordar las exhumaciones. La Consejería está a la espera de publicar los datos del mapa de fosas de la comunidad. La intención de la Junta es proteger estos enterramientos contra las agresiones urbanísticas y evitar que los particulares o las administraciones puedan edificar sobre las fosas comunes de la Guerra Civil. Respecto a las posibles exhumaciones, Naranjo sostuvo que, una vez que el Gobierno central defina el protocolo a seguir en estos casos, "cada fosa se estudiará de forma individualizada y teniendo siempre presente la opinión de los familiares afectados". Según la consejera, "habrá fosas que por razones técnicas, de localización o por sus condiciones será difícil, o muy difícil, exhumar". La Junta también tiene prevista la elaboración de un catálogo de edificios construidos por presos durante la dictadura franquista para su publicación.
Justicia pretende además crear un Consejo Andaluz de la Memoria Histórica en el que estarán representados la Junta, la Federación Andaluza de Municipios y Provincias, los sindicatos, las asociaciones de memoria histórica y los partidos con representación parlamentaria. Se pretende que sea un "órgano administrativo y de gestión", según señaló Naranjo.
Pero el plan presentado ayer por la Junta no fue el único avance que se produjo en Andalucía en el asunto de la memoria histórica. El pleno de la Diputación provincial de Sevilla aprobó revocar los honores concedidos por esta institución entre 1936 y 1967 a los generales Francisco Franco y Queipo de Llano, quien todavía ostentaba el título de hijo adoptivo. Todos los partidos con representación en la institución provincial (PSOE, PP, IU y PA) votaron a favor de esta medida.
Los socialistas han sido ahora los que han presentado esta propuesta en el pleno. Aunque IU ya hizo algo similar en 2001, pero nunca se llegó a aprobar. La votación de ayer finalizó con un cerrado aplauso de los asistentes.
El 25 de agosto de 1936, la Diputación nombró hijo adoptivo a Queipo de Llano. Y el 21 de marzo de 1946, Franco fue nombrado presidente de honor de todas las diputaciones provinciales del país. 21 años después esta institución otorgó al dictador también la medalla de oro. Estos honores se borraron ayer gracias a la decisión adoptada por todos los grupos políticos para cumplir así con la Ley de Memoria Histórica.
El andalucista José Hurtado, autor del libro La Iglesia y el movimiento obrero sevillano, responsabilizó directamente ayer a Franco y a Queipo de la sangrienta y despiadada represión en Sevilla. "Es de justicia que no sigan ostentando un reconocimiento del que nunca fueron merecedores, porque ya están siendo juzgados por la historia", añadió Hurtado. Fuente: El País