Una investigación recopila la historia de 4.300 víctimas del régimen franquista en Málaga

RAQUEL RIVERA. MÁLAGA La Plataforma de la Memoria Histórica en Málaga ha desarrollado una compleja investigación que pone rostro a más de 4.300 fusilados víctimas de la Guerra Civil y la dictadura en la provincia. Se trata de un trabajo muy completo, fruto de cuatro años de indagaciones, análisis de los archivos municipales y recopilación de testimonios, que no sólo identifica con nombre y apellidos a los represaliados, sino que también cuenta su historia y trata de concretar cuál fue su último paradero para poder recuperar sus restos. El Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga (CEDMA) publicará el libro dentro de tres meses.
"No es un censo frío numérico sino una investigación que pone nombre y rostro a las personas", asegura la diputada del CEDMA, Encarnación Páez, que asegura que de momento sólo se han recuperado los restos de una veintena de estas personas. Hay que tener en cuenta que en prácticamente todos los municipios de la provincia existen fosas comunes que aún no han sido investigadas y en las que podrían yacer muchos ciudadanos.
La investigación abarca el periodo desde 1937 a 1957 y aporta datos significativos sobre las circunstancias de la muerte de estas personas por cuestiones ideológicas. Se habla de zonas donde pudo haber fusilamientos masivos, de ciudadanos que fueron detenidas, torturados y ejecutados en la cárcel e inclusos presos políticos que fallecieron hacinados. "Málaga fue refugio de mucha gente que intentó salvarse pero que finalmente murió a manos del régimen. Muchos de sus familiares han recurrido a nosotros para saber cuál fue el destino de sus allegados", explica la investigadora.
Reunir la información ha resultado laborioso, porque la documentación está muy dispersa, un gran volumen de archivos se perdió, otros fueron robados y quemados y también muchos testigos han muerto. "Hay personas que presenciaron este capítulo negro que podrían aportar muchos datos pero se han llevado el secreto a la tumba". Aún así, Torres asegura que vecinos han arrojado luz sobre estos sucesos y se ha podido reconstruir parte de la historia. "Es una forma de rendir homenaje a estas personas y de hacer justicia", señala Páez.
Además es un modo de resarcir a los familiares, que esperan una respuesta sobre lo acontecido y recuperar los cuerpos de sus seres queridos. El material recopilado se ha remitido a los allegados, "propietarios legítimos" de esa historia. Algunos viven en países como Chile y México después de huir de España y han logrado conocer el crudo destino de los que se quedaron aquí.
"Una señora se puso en contacto conmigo porque quería saber qué fue de su tío. Investigué y le dije que lo fusilaron las autoridades franquistas. Entonces me dijo que su madre ya podía cerrar la puerta de la casa, que había estado abierta a la espera de si algún día él regresaba", relata emocionada Rafi.
Por otro lado, el juez Baltasar Garzón ha remitido la causa contra el franquismo a Málaga para que un juzgado de Instrucción prosiga con las tareas de identificación de los restos de los fusilados. El antiguo cementerio de San Rafael es la mayor fosa detectada en España y se han recuperado los cuerpos de 2.500 personas. Encarnación Páez lamenta la negativa de la Fiscalía a instruir la causa contra crímenes contra la humanidad. "Somos el único país de Europa que no ha reparado las heridas del genocidio". Ayer el pleno de la Audiencia Nacional declaró incompetente a Garzón para instruir el caso.                                                                      Fuente: La Opinión de Málaga