Vecinos a pie de calle

Las luchas de poder entre las tres grandes familias –Charros, Romualdos y Papafritas– y los ajustes a tiro limpio por asuntos de droga en plena calle eran las únicas noticias que traspasaban las fronteras bien delimitadas de este populoso y desfavorecido distrito 5 de la capital malagueña, en el que oficialmente están empadronadas 28.147 personas, si bien la afluencia de inmigrantes subsaharianos, marroquíes y rumanos no censados en los últimos años eleva esta cifra hasta más de 35.000 habitantes, según afirman varios colectivos que operan allí.

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Desde hace dos años, 1.700 vecinos participan en un innovador proyecto

Pero la leyenda negra labrada por unos cuantos que acompaña a este distrito poco a poco se va clareando. Y de ello se están encargando los propios vecinos de las 11 barriadas que lo componen. Desde hace dos años, 1.700 vecinos participan a pie de calle en un innovador proyecto social que persigue la transformación de La Palma-Palmilla centrándose en los problemas que acucian a los residentes a diario.

El Proyecto Hogar nació con el consenso unánime del Pleno del Ayuntamiento de Málaga en 2006 sobre la necesidad de actuar de manera global en esta zona de la capital. Se aprobó desarrollar un programa basado en la democracia participativa, esto es, implicando a los vecinos en su desarrollo, convirtiéndolos en auténticos protagonistas del mismo bajo el asesoramiento de técnicos municipales y distintas asociaciones sociales que se implicaron en el proyecto y con el apoyo de la administración municipal y autonómica.

El proyecto ha entrado en una segunda fase con la constitución de la Agrupación de Desarrollo, órgano motor encargado de materializar las necesidades que demandan los vecinos.

"El logro más importante ha sido implicar a los vecinos, cambiar en parte ciertos roles de comportamiento que se daban ante quienes piensan que el barrio es suyo y potenciar el tejido asociativo, que era escasos", explica Juan Manuel García Piñero, coordinador del proyecto.

También algunos tangibles, como el nuevo puente de acceso al distrito que se construyó el año pasado. "Se han eliminado descampados que acababan convertidos en escombreras, mejorado y adecuado a las necesidades de los barrios el servicio de limpieza municipal y ahora estamos en conseguir que se coloquen badenes en las arterias principales para evitar los riesgos del tráfico", señala García Piñero, satisfecho de que el proyecto haya servido también para dar voz a las mujeres del distrito, relegadas a un segundo plano, y que ya cuentan con una asociación impulsada por 50 vecinas.

"Este plan funciona porque lo llevamos adelante gente del barrio como éste y yo", cuenta orgulloso Juan Rodríguez, un vecino de La Palma-Palmilla que junto a su amigo Fernando Muñoz está "al cargo de 300 chavales" en la flamante escuela deportiva surgida del proyecto. "Con el deporte les enseñamos otros hábitos y los apartamos de la calle. Además, con la escuela deportiva hemos conseguido reducir el absentismo escolar en la zona en un 25%". Fuente: Diario El País