El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha hecho del proyecto urbanístico de Arraijanal, la última parcela con linde a la playa que permanece sin urbanizar en el término municipal, todo un reto, frente a los empeños de la Junta y del Ministerio de Medio Ambiente de preservarlo.
La Junta de Gobierno Local aprobó ayer inicialmente el plan de sectorización de Arraijanal, que contempla 664 viviendas, hoteles, comercios y equipamientos públicos. El equipo de gobierno insistió en que más de la mitad del suelo, 255.000 metros cuadrados, quedará libre, incluida la franja de 80.000 metros cuya expropiación tramita el Gobierno.
Este paso se produjo sólo un día después de que la comisión redactora aprobara el Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Málaga (Potaum) que preserva Arraijanal como parque marítimo-terrestre, que De la Torre votó en contra.El Ayuntamiento de Málaga aprobó el pasado 21 de enero el convenio urbanístico con la promotora Vallehermoso, titular de los derechos urbanísticos de Arraijanal, cuando ya conocía el informe de impacto ambiental al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que declara inviable urbanizar la zona.
En el convenio, la promotora se comprometió a abonar una compensación de 28 millones de euros. Ayer, el equipo de Gobierno desveló que este pago será en especies, con una serie de obras de infraestructura en la zona que en realidad redundan en su propio beneficio, pues consisten en una mejora de los accesos a Arraijanal, desde la A-7 y su conexión con la carretera de Churriana y con la zona comercial y de ocio Bahía de Málaga.
Todo apunta a que el futuro de Arraijanal está abocado a un litigio en los tribunales de justicia. Los intentos de la Junta y del Gobierno por preservar la parcela, de 543.074 metros cuadrados (54 hectáreas), no tienen de momento eficacia jurídica. El Ministerio de Medio Ambiente tiene en trámite la expropiación de la franja de 80.000 metros cuadrados inmediata a la línea de protección.
El Potaum protegerá una línea de 500 metros desde le orilla, pero aún no está aprobado definitivamente, y el informe de impacto ambiental al nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) declara inviable su urbanización, pero aún está en tramitación.
Así que en este momento, el suelo tiene la calificación de urbanizable, aunque no sectorizado, de ahí la tramitación del plan aprobado ayer. En ello se escuda el equipo de Gobierno, que esgrime que el PSOE y la Junta aprobaron los planes anteriores. A este respecto, el consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Espadas, dijo el jueves que "la singularidad del lugar y la carencia de otros espacios similares justifica sobradamente" que se preserve para uso público, "independientemente de que antes hubiera otros usos previstos, lo que hace 10 o 15 años valía, ahora a lo mejor ya no".
Entre las bonanzas del plan de urbanización esgrimidas por el concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, se incluye incluso un supuesto ahorro para las arcas del Estado, pues asegura que la promotora se compromete a dejar libre la franja de 83.000 metros cuadrados que Medio Ambiente tramita expropiar. Además, dijo que Vallehermoso cederá otros 64.000 metros cuadrados para trasladar los hoyos del campo de golf del Parador colindante que ahora ocupan zona de servidumbre.
Díaz insistió en defender la autonomía municipal para ordenar este espacio, mientras que el portavoz del PSOE, Rafael Fuentes, lamentó que el alcalde "está instalado e en la política de la confrontación institucional".
Arraijanal
– Arraijanal ocupa 543.074 metros cuadrados de suelo calificado ahora de urbanizable junto a la playa de Guadalmar.
El PGOU en tramitación cataloga el suelo de urbanizable, pero el informe de impacto ambiental considera inviable urbanizar
El Potaum en tramitación preserva 500 metros lineales desde la orilla.
El plan de sectorización prevé 162.922 metros cuadrados de techo edificable, un máximo de 664 casas, el 30% de VPO.
Quedan libres 83.000 metros cuadrados junto a la playa, 110.000 de zonas verdes y 64.000 cedidos al campo de golf colindante
Fuente: Diario El Pais.