Málaga se »come» los guetos

Al final están Los Asperones. Allí viven, según la Junta, 966 personas, que subsisten, en su mayoría, de recoger chatarra. Sus casas se construyeron a finales de los 80 como una barriada temporal, de transición. 20 años después el suburbio sigue allí. Pero Málaga crece. Las obras de la línea 1 del metro y la expansión de la ciudad universitaria han convertido Los Asperones en un obstáculo, y ahora a la Junta le ha entrado prisa por reubicar a las familias y demoler las viviendas.

"Hacia 2002 discutimos con la Junta y el Ayuntamiento un plan para desmantelar Los Asperones y, mientras tanto, adecentar la zona", recuerda Anselmo Ruiz, director de Cáritas Málaga, pero "no se decidió nada hasta 2007".

Lo que hicieron entonces fue arreglar el lugar. Alicia Alonso, directora desde 1989 del colegio Maria de la O, el único del barrio, asegura que "llegó un momento en que la gente quitaba los marcos de las ventanas porque los de sus casas estaban rotos". A finales de 2007 asfaltaron las calles, pintaron las casas y llegó la luz.

La Junta intenta formar a los vecinos del lugar antes de trasladarles. Les programa talleres de lectura, escritura, informática, higiene o técnicas de educación. María del Carmen, La Churro, sonríe con sus ojos verdes apagados. Esta mujer de 29 años y madre de tres hijos, el mayor de 12, acaba de recibir un diploma por un taller de pintura para madres jóvenes. La Churro quiere estudiar la ESO y "luego ser enfermera". Su prima quiere trabajar cuidando niños. "Siempre nos pasa lo mismo, cuando decimos que somos de Los Asperones nos dicen que ya nos llamarán", afirma.

Juan Alcaraz, coordinador provincial del área de rehabilitación de la Empresa Pública de Suelo de Andalucía, asegura que para septiembre empezarán las primeras mudanzas. "Hay un grupo de unas 50 familias que quiere salir ya. Ellos piden dónde quieren ir y más o menos se les conseguirá. No se trata de meterlos a todos en un bloque, darles las llaves y ya está. La idea es hacer un proyecto y llevar un seguimiento".

La Junta prevé que para 2014 no quede ni un alma en Los Asperones, en Cáritas no lo ven tan claro. "Más de la mitad de las familias que van a salir en septiembre no tienen sueldo fijo, además la gente prefiere quedarse porque allí no pagan nada", dicen.

El cambio sólo será posible si la Junta aporta dinero. Alcaraz avanza una cantidad: más de 20 millones de euros para financiar el proyecto. "Son tantas veces que han dicho que sí…" suspira el director de Cáritas. "Son muchos años dándonos largas".

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