La orden de San Juan de Dios, propietaria del veterano psiquiátrico de San José desde 1923, negoció en 2000 con el Ayuntamiento la cesión de los jardines y el edificio al instituto San Telmo. Más tarde, en 2003, eliminada esta posibilidad, le propuso al Consistorio la cesión del jardín histórico para que lo mantuviera a cambio de que pudiera ser visitado por todos(el mantenimiento de esta zona verde le suponía a la orden de 6.000 a 7.000 euros al mes).
La entonces concejala de Medio Ambiente, Carolina España, respondió que no había ni fondos ni personal y la cesión quedó en agua de borrajas.
Málaga perdía así la oportunidad de hacerse con la finca ´antecesora´ de La Concepción, ya que fue la residencia de verano de Manuel Agustín Heredia. Los barcos mercantes del riojano y los jardines botánicos llenaron de plantas el jardín, gracias a la buena mano de su mujer, Isabel Livermore.
Poco después de la muerte de Heredia, la hija de la pareja, Amalia Heredia Livermore, haría lo mismo en la finca de La Concepción, adquirida por su padre para completar la de San José.
Con este bagaje tan importante y un jardín más pequeño que el de La Concepción pero con especies muy valiosas (y ejemplares más antiguos), lo lógico habría sido un ´esfuerzo presupuestario´ del Ayuntamiento, algo así como prescindir de dos o tres carguetes de confianza o reducir todavía más (y poco es) los sueldazos de algunos gerentes para que la ciudad se hubiera hecho con esta histórica zona verde.
No ha sido así. Al final la orden religiosa ha alquilado la casa de recreo y los jardines a unos particulares, que han convertido el terreno en una hermosa finca para celebraciones.
Hace unas semanas, el autor de estas líneas acudió allí a una boda y disfrutó de la belleza de la finca. Los jardines cuentan con el cedro más grande de Málaga, con palmas reales cubanas, una araucaria de Norfolk, magnolios, ficus esplendorosos… la casa de recreo de los Heredia se ilumina por la noche y aunque el Ayuntamiento no puede comprar todos los jardines históricos de Málaga, éste en concreto sí merecía estar en el patrimonio municipal y de paso integrarse en la oferta del jardín botánico de La Concepción. Otra vez será, pero habrá que esperar algunas décadas.
Fuente: La Opinión de Málaga