La locura y la euforia que invadían a la candidatura de la capital española a las 17.30 horas se desvanecieron a las 18.43, siete minutos antes del anuncio oficial del triunfo de la ciudad brasileña. Entonces la delegación recibió un chivatazo: habían comunicado a Río su triunfo. [Así es Río] | [Álbum] | [Opine] | [Álbum: Éxtasis en Rio]
1ª | 2ª | Final | |
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Madrid | 28 | 29 | 32 |
Río de Janeiro | 26 | 46 | 66 |
Tokyo | 22 | 20 | |
Chicago | 18 |
Derrotados, tristes, los componentes de la candidatura, con el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, a la cabeza empezaron a digerir el trago amargo cuando encima de la mesa ya tienen una decisión de futuro que tomar: presentarse otra vez en la carrera olímpica para los Juegos de 2020.
Las posibilidades de que vuelvan a Europa son muy elevadas por no decir todas, pero entonces habrá rivales como Roma, Berlín o Múnich, quizá París… Recordaba Esperanza Aguirre que Madrid debe ser olímpica porque es la única gran capital europea que nunca ha albergado unos Juegos.
Pero, ¿qué pasó en Copenhague? Brasil arrasó después de que Madrid había quedado en cabeza tras la primera ronda de votaciones. Luego los miembros del CIO votaron en bloque a favor de Río: 20 votos ganó en la segunda ronda y otros 20 en la tercera y última. La interpretación parece clara: una orden del CIO para llevar los Juegos a Sudamérica.
Eso explica, según algunas fuentes consultadas, la debacle de Chicago pese a la presencia de Barack Obama. Pero es más, Río pasó el corte en Atenas por los pelos. Entró en la carrera pese a ser la peor valorada de las cinco que llegaron a aquella final en la que se decidió qué ciudades estarían en Copenhague. Al final Doha fue »expulsada» porque su proyecto, muy bien valorado, proponía celebrar los Juegos en octubre.
Río, la cenicienta, se ha convertido en la reina de la fiesta. El CIO ni siquiera ha atendido al último reclamo de Juan Antonio Samaranch, presidente de honor del Comité, para que los Juegos volvieran a España antes de su que él muera. Es decir, Jacques Rogge laminó el poco poder que le quedaba a Samaranch y dejó su marca para la posteridad en el movimiento olímpico llevando los Juegos a Río. Samaranch hizo lo propio llevándolos a China en 2008.
Con Madrid derrotada, Chicago humillada, Tokio en el limbo, Brasil, Río y Lula se convirtieron en los reyes de Dinamarca, del mundo. Lula estaba feliz y su discurso basado en la injusticia de que a Suramérica se le hayan negado unos Juegos sistemáticamente caló en lo más profundo del CIO.
Madrid reflexionará, dicen las autoridades y decidirá con tiempo si se presenta otra vez a la carrera. Tras la derrota de Singapur se tomó un año para pensárselo. Ya se verá
Fuente: Diario el Mundo.