Tres mil personas manifiestan en Málaga su repulsa a los malos tratos

Agosto: 5; Junio: 9; Septiembre: 8. Y debajo, la lista con los nombres de las mujeres muertas cada mes a manos de sus parejas. Las pequeñas pancartas abrían la manifestación convocada por la Plataforma Contra los Malos Tratos »Violencia Cero», que ayer aglutinó a decenas de asociaciones, formaciones políticas y sindicales.
El llamamiento de repulsa a la violencia machista fue respaldado por unas tres mil personas. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre y la delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía, Ana Gámez, fueron los principales representantes de las administraciones local y autonómica, respectivamente.
La manifestación salió sobre las 19,30 horas desde la plaza de la Merced y terminó una hora más tarde en la plaza de la Constitución, donde se leyó un manifiesto elaborado por la plataforma. En él se recordaba que, según la ONU, las agresiones a las mujeres constituyen los crímenes encubiertos más numerosos del mundo.
«No estamos ante conductas privadas, ni mucho menos íntimas», aseguraba el texto. La frase está en sintonía con el mensaje que este año han lanzado muchas de las campañas que se han desarrollado para conmemorar el 25 de noviembre, Día Internacional Contra la Violencia de Género.
De hecho, la manifestación atravesó una calle Larios convertida en el escenario central de la campaña realizada por el Ayuntamiento de Málaga bajo el lema »Hay trapos sucios que no se lavan en casa». A un lado y a otro de la calle más céntrica de la capital, colgados en tendederos simulados, había miles de camisetas de papel en las que los ciudadanos han escrito experiencias de violencia vividas en carne propia o que hacían referencia a personas conocidas.
Textos en la calle
«Mi padre, un abogado de poder, maltrató durante años a mi madre, a mí y a mis cinco hermanos; y abusó sexualmente de una hermana de seis años. Denuncia». Este era el impresionante texto que se podía leer en una de las camisetas. Había otros muchos no tan tremendos, pero que sí indican que hay conductas que antes se consideraban normales y que ahora se advierten peligrosas: «Mi novio me lee los mensajes del móvil» o «una amiga había pagado el viaje de fin de curso, pero no pudo ir porque el novio no la dejó subir al avión».
En el manifiesto, la plataforma convocante también reclamó más medidas de protección hacia las mujeres; un plan nacional de empleo específico para las víctimas; cupos del 10% de viviendas en todas las promociones públicas; atención psicológica a las víctimas; educación en valores igualitarios; un tratamiento riguroso y respetuoso de las mujeres en los medios de comunicación y una aplicación de las leyes implacable con los agresores y que defienda la vida de las mujeres.
Fuente: Diario Sur.