La falta de financiación obligó a dejar los tajos para tiempos mejores. El dinero ha vuelto a fluir, y Sacyr, la principal concesionaria de la autopista de Las Pedrizas (AP-46), se comprometió ayer a retomar los trabajos el próximo 11 de enero gracias a fondos propios y a un préstamo, y sin que suponga ninguna merma para las arcas del Estado. Se pone fin así a casi un año de espera con el proyecto congelado, en el que el Ministerio de Fomento y la compañía han intentado sin éxito encontrar una salida. La negociación tuvo su punto álgido en noviembre, con el compromiso del ministro, José Blanco, de que la cuestión se solucionaría a finales de ese mismo mes, aunque al final quedó en nada.
Dos claves explican este repentino cambio de tercio. En primer lugar, fuentes cercanas a la negociación recuerdan que la constructora ha recibido esta semana un dividendo de 103,82 millones de euros por su participación en Repsol, de la que es el principal accionista con un 20,01% del capital. A esta partida se unirá un préstamo por parte de una entidad financiera, cuya cuantía no ha trascendido, y que permitirá hacer frente a los trabajos pendientes hasta la finalización y puesta en servicio. La inversión total es de 370 millones, de los que ya se han ejecutado el 30%, según Fomento.
La segunda clave es la potestad que tiene el Gobierno de retirar la concesión por incumplimiento del contrato, tras acumular más de tres meses de bloqueo, y que comenzaba a plantearse al fracasar las otras dos alternativas. El intento de conceder un préstamo participativo se descartó por ser ilegal, ya que Sacyr rechazó esta posibilidad durante el concurso; y tampoco cuajó la idea de que el ministerio actuara como avalista ante una entidad financiera.
Último recurso
En cualquier caso, las fuentes consultadas se felicitaron por la salida que se ha alcanzado, puesto que la retirada de la concesión habría supuesto añadir al menos un año más de retraso al ya acumulado, ante la necesidad de rescindir el acuerdo, volver a licitar las obras y adjudicarlas. Y ello sin contar con que Sacyr acudiera a la vía judicial, lo que podría eternizar la puesta en servicio para los ciudadanos. Aunque tarde, el final que se ha alcanzado es el mejor que se podía esperar. Ahora, si se logra retomar el ritmo de avance anterior al parón, con más de mil trabajadores actuando en simultáneo, la infraestructura quedará completada a finales de 2010.
Por lo demás, la concesionaria remitió ayer un escrito a Fomento en el que le anunció su compromiso de reanudar las obras de construcción de la autopista de Las Pedrizas, AP-46. «Pese a la difícil situación financiera, la empresa concesionaria ha asegurado poder disponer de la financiación necesaria mediante recursos propios y ajenos para finalizar las obras», enunciaba el comunicado oficial.
La autopista fue adjudicada a finales de 2007 y posteriormente, a iniciativa de la anterior ministra, Magdalena Álvarez, se incorporaron varias mejoras en su trazado que encarecieron el presupuesto inicial. Las más destacadas son el aumento de la velocidad máxima hasta 120 km/h en la práctica totalidad de su longitud (el 94%) frente a un 40% que figuraba en el proyecto adjudicado; la inclusión de un tercer carril en la calzada de subida (sentido norte) en los tramos de mayor pendiente, y las mejoras de seguridad en el futuro enlace con la hiperronda.
La autopista AP-46 conectará el Alto de Las Pedrizas con la segunda ronda a la altura de Puerto de la Torre a través de un tramo de 24,5 kilómetros y discurrirá por los términos municipales de Antequera, Casabermeja, Almogía y Málaga. Se prevé que entre 17.000 y 23.000 vehículos circulen por ella a diario.
El secretario general del PSOE malagueño, Miguel Ángel Heredia, valoró que la mediación del departamento que dirige José Blanco permitirán mantener en la provincia una inversión de 370 millones de euros y mil puestos de trabajo. Al tiempo, aseguró que la solución a la que ha llegado Fomento para este eje clave para la capital es la menos costosa para las arcas del Estado
Fuente: Diario Sur.