Fernando Fernández Pantoja ha muerto a los 40 años: joven, como su padre. En estas cuatro décadas se ha erigido como una de las voces más genuinas del cante jondo y el continuador natural de la estética sobrecogedora que creó Fernando Terremoto padre (1935-1981). Y sin embargo comenzó como tocaor, hasta que descubrió que lo suyo era el cante. Varios premios, entre los que cuenta el Nacional de Córdoba, y sus tres discos publicados (La herencia de la sangre, Cantes de la campiña, bahía y sierra y Cosa natural) apuntan la altura del cantaor jerezano. Precisamente Terremoto estaba finalizando un nuevo disco, más arriesgado y personal, cuando le detectaron un glioma en el cerebro.
Tras la operación, el cantaor mejoró de salud y con fuerzas renovadas actuó en Jerez, arropado por familiares, amigos y aficionados. Un equipo de Flamenko asistió a la reaparición artística de Fernando Terremoto para incluir el reportaje en el octavo programa (puedes verlo pulsando aquí). Entonces encontramos a un Fernando ilusionado y agradecido por tener una nueva oportunidad.
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Fuente: Flamenko