El paleño campo de San Ignacio vibró ayer como nunca. Su equipo, El Palo, sumó una nueva victoria en un gran partido ante un rival muy peligroso. Pero además, esta vez, la afición sí acompañó en masa a su equipo, logrando que la fiesta fuera total.
El partido comenzó bien para los locales que se adelantaban en el marcador a los cuatro minutos. Además, a los 25, el ruso Andreev dejó a su equipo en inferioridad al ser expulsado por una agresión. Con esto, El Palo realizó unos sensacionales 40 minutos, en los que amplió el marcador por mediación de Cereto. El choque podía quedar sentenciado antes del descanso, pero los almerienses demostraron su calidad en dos errores locales en el fuera de juego y empataron el partido.
En la segunda mitad continuó el dominio local, hasta que a los veinte minutos Pepe Sánchez realizó cambios ofensivos con la única intención de contar con una velocidad que rompió a su rival, logrando una victoria que el portero almeriense evitó que fuera mucho más abultada.