Como se esperaba, el partido tuvo todos los alicientes de un derbi: emoción, goles, igualdad y polémica. Basti fue el protagonista al firmar dos goles marca de la casa: de cabeza en un saque de esquina y de tiro a bote pronto con la izquierda desde la frontal del área. Un duelo donde se vivió un marcaje de »primera», Bravo contra Basti. Curiosamente los cuatro goles lo marcaron tres paleños.El punto les supo a poco a los dos equipos. Al local porque no supo mantener la ventaja para acercarse al grupo cabecero, y a los visitantes, porque ya se hacían con la victoria y ésta les acercaba al primer puesto. El Vélez consiguió lo que perseguía, adelantarse pronto. Lo hizo en un buen pase de Julio a Rafita, que rompió el fuera de juego para desbordar al portero y marcar a placer. Los visitantes tardaron en adaptarse al terreno y tuvieron que esperar a la media hora para encontrar su primer tiro, eso sí, al larguero en falta de Jesule. Y sería a balón parado cuando lograsen el empate por medio de Basti.Si ese gol hacía daño en la prolongación de la primera parte, más hizo el zurdazo del paleño para poner a su equipo por delante. La expulsión de Pablo hizo que replegase líneas el del San Ignacio ante un Vélez encorajinado, pero con poca llegada. Salas pudo empatar en un remate de cabeza, pero el gol no llegó hasta el final cuando los dos equipos jugaban en igualdad