La actuación estuvo enmarcada en el circuito De aquí mismo que organiza la Diputación de Málaga, cuenta con el patrocinio de Unicaja y la colaboración de la Federación Malagueña de Peñas Alcazaba.
El redescubrimiento de Ana Fargas por Málaga en Flamenco, como cantaora de adelante, no llega tarde, pues la juventud aflora latente todavía en su rostro. Bien es cierto que los conocimientos que demuestra como aficionada no pueden ser flor de un día y es cosa de muchos años entonar una seguiriya con la profundidad y melodía con la que lo hizo anoche en la peña El Palustre de El Palo.
No fue cosa de destaparse sólo por cantes hogaño de ‘machos’, según la retroguardia de la flamencología si no de demostrar mucho compás en bulerías, una de sus señas de identidad donde incluso atacó con mucho éxito el Pena penita pena, también estuvo sobresaliente en cantiñas, y soleá, y aprobada por la feligresía fandanguillera en este último estilo.
Antes en la primera parte sacó su lado más tradicionalista en malagueñas y bamberas que hizo con tranquilidad y en todo momento llevada con mucha compenetración, maestría y soniquete cuando lo requería por el gran Paco Javier Jimeno, un privilegio escucharlo en cada recital aún cuando tiene que ‘cortarse’ para el acompañamiento de su compañera
Málaga Flamenco.