La paciencia consiste en esperar. Algo así está pasando con el asunto de las casas de El Palo ubicadas en la playa. La historia tiene tejes y manejes y muchos vaivenes. Han pasado muchos años y aunque la situación del barrio ha mejorado este problema aún sigue vigente.
Si nos remontamos a la historia de las actuales casas tenemos que ir hasta el año 1800. En ese momento se formaron barriadas por habitantes que habían emigrado desde poblaciones cercanas como Benagalbón, Comares o Almería. Se trataba de chabolas que los pescadores empleaban para almacenar las herramientas, los aperos.
Desde entonces han pasado más de doscientos años y resulta que esas casas no se encuentran legalizadas. La competencia para conseguirla recae en el Ministerio de Medio Ambiente. Hay 517 casas afectadas y 1.523 vecinos.
«No consideramos en ningún momento que estas casa sean ilegales. Lo necesario es que la Ley de Costas se adapte a una situación muy anterior. Ahora hay dos barrios y hay que darle una solución». Así se pronuncia Adolfo García de la Asociación de Vecinos de El Palo.
La participación ciudadana ha sido clave a lo largo de todos estos años para que se consiga de una vez por toda que se realice un deslinde. Una palabra que se ha pronunciado hasta la saciedad desde hace unas semanas. Todo debido a la propuesta presentada por el Ayuntamiento de Málaga en la que decidió que el actual muro de ribera sirva para de deslinde entre el dominio público marítimo terrestre y el dominio privado. Las casas quedarían en la parte privada y podrían ser legalizadas.
Pero las 1.600 páginas del informe no sirven de nada ya que la Demarcación de Costas es la competente para realizar un expediente de legalización. Esto ha provocado dimes y diretes entre las dos administraciones. Cada una de un signo político diferente.
«Este problema se ha utilizado por los partidos demasiado. Ahora el PSOE es el que tiene que decidir el trazo del deslinde, pero su postura no es la misma ahora que la que tuvo en el año 2004 cuando la decisión la tenía que tomar el PP». Estas son las palabras de Francisco Leal, un miembro de la Asociación de Vecinos de El Palo.
Desde finales de la década de los setenta se está hablando del momento oportuno para legalizar estas casas. Pero la situación no es nada sencilla.
El litoral español está lleno de conflictos y este es uno de ellos. Una resolución en favor de los vecinos afectados puede provocar un efecto en cadena en muchas otras zonas.
El barrio de El Palo ha experimentado diversas mejoras. A las casas que han sembrado la polémica entre administraciones no llegaron los servicios esenciales hasta los años ochenta, momento en el que se colocaron unos espigones que aseguraban a las viviendas que estaban en peligro por las crecidas del mar.
«Nunca ha estado este problema en mejor momento de solución. Ahora parece que se está tomando en serio la resolución del problema», comenta Antonio Delgado presidente de la Asociación de Vecinos de Pedregalejo.
Lo que queda claro es que no se van a producir derribos de inmuebles. Al menos así lo ha comunicado Hilario López Luna, subdelegado del Gobierno en Málaga, a las distintas asociaciones vecinales.
Es necesario un acuerdo entre toas las partes: Ministerio de Medio Ambiente, Ayuntamiento, Costas y la Junta. De lo contrario no parece fácil resolver este contencioso. Todos dicen que tienen voluntad para resolver este problema. Pero los días pasas y la historia no acaba
Fuente:ANTONIO GÓMEZ. MÁLAGA .Diario La Opinión