Ayer a las 21.35 en la playa de El palo atardeció para luego 'volver a amanecer'. Se trataba del encendido de las luces de la feria que llenaron de color la plaza del Padre Ciganda. La Banda Municipal daba un tono solemne tocando el himno de Andalucía y acto seguido, el de España, que tanto ha sonado en estas fechas por algún que otro acontecimiento futbolístico que sobra destacar.
El alcalde, Francisco de la Torre, acudió al barrio para decir unas palabras a tres personajes muy queridos que no paraban de ser felicitados por los vecinos: Francisco Luis Martínez y los hermanos Demófilo y Manuel Peláez. El primero de ellos, de 58 años, es el director de un centro de enseñanza que lleva unos 80 años en el barrio, La Sagrada Familia, más conocido como el ICET. De él los vecinos cuentan que es un hombre entregado, siempre dispuesto a ayudar a los demás. Martínez es modesto y declaró que «otros en el barrio merecerían también este reconocimiento». Lleva 37 años trabajando en el centro que imparte clases a niños que van desde los tres años hasta jóvenes de 18 que estudian cursos de Formación Profesional. Martínez quiso especificar que se trataba de «dar luz» a El Palo, de «ilustrar a los alumnos».
Los hermanos Demófilo y Manuel Peláez fueron también reconocidos en representación de la peña El Palustre por su labor organizando los Premios de Albañilería en el barrio. Éstos consisten en que los participantes diseñen en un plano una figura geométrica con un planteamiento y ejecución complicados y el premio son 6.000 euros. Los vecinos no paraban de decirles lo importante que son para el barrio. «¡Hemos venido a estar con vosotros!», exclamó una mujer cuando estaban a punto de subir al escenario habilitado en una de las calles afluentes de la plaza del Padre Ciganda.
«Como vecino de El Palo, estoy muy contento, es una satisfacción muy grande que nos hagan este reconocimiento», aseguró Manuel Peláez. La teniente de alcalde y delegada del distrito, María Teresa López, indicó que los homenajeados «son gente muy activa».
Cinco parejas de agentes y un oficial de la Policía Local velaron ayer por la seguridad ciudadana en las fiestas, desde las 19.00 hasta las 5.00 horas. Tras los homenajes, un gran escenario en el paseo marítimo que contaba con una pantalla gigante y con máquinas que expulsaban fuego albergó las actuaciones de bailes de salón de la Asociación Mayores Distrito Málaga Este y de Mayores de Pedregalejo. Más tarde, la orquesta La Tentación puso el broche final a las actuaciones.
El acto que supondrá el colofón a estas fiestas será la procesión de la Virgen del Carmen este próximo domingo 18 de julio.
El olor típico de Málaga también se paseó ayer con una bandeja por la feria de El Palo. El viznagero Miguel Galiano aseguró ayer que nada más empezar la feria ya había vendido unas cuantas unidades; «a una pareja y a unas mujeres mayores, que suelen comprar mucho porque los jazmines les recuerdan a sus orígenes, pero ya no vendo tanto, el romanticismo de los malagueños va en descenso».
En las casetas se notó buen ambiente desde primera hora de la noche, aunque este año los responsables dicen que prevén unas menores ventas por la crisis. Algunas cuentan con servicio en las mesas, y muchas familias aprovecharon que en la inauguración el calor 'dio un respiro' y se sentaron. En la caseta del Club Deportivo El Pez de Málaga han comprado unos 12 barriles de cerveza para esta feria y han puesto unos precios «más económicos» para atraer a la clientela. Asimismo, de la fachada cuelga un cartel escrito a mano con un lema para animar, de una forma simpática, a los malagueños a que consumieran en su terraza. Se puede leer «ven, que está 'tó ezaerao'», eslogan que podría aplicarse a esta feria de El Palo en general.
Fuente: Diario Sur.