Proyectos en saco roto

Se anunciaron a bombo y platillo como grandes proyectos de ciudad realizables a medio plazo. Algunos incluso vienen remoloneando desde antes de la crisis, de la época de las vacas gordas, cuando cualquier obra faraónica parecía posible. Era solo cuestión de dinero, y había.
Así se dibujaron líneas de tren que llegarían hasta Estepona, ampliaciones de los puertos deportivos de la Costa del Sol, grandes avenidas sobre el hueco que antes ocupaban las viejas vías del Cercanías o desaladoras de agua de mar para evitar los estragos de los ciclos secos del Mediterráneo. Igualmente, se diseñó una nueva cara para la Carretera de Cádiz, otra para la plaza de la Merced y las ruinas que la afean, un auditorio en el puerto, un museo dedicado al transporte en el campamento Benítez, un parque marítimo junto a Guadalmar y otro -este de cuento de hadas- en un convento histórico. Pero también obras de menor calado aunque necesarias para la ciudadanía, como guarderías, centros de salud, piscinas…
Las vacas han adelgazado y decenas de iniciativas de ayuntamientos, de la Junta de Andalucía y del Gobierno central se han quedado en papel mojado por el jarro de agua fría de la crisis, las reprogramaciones de obras (eufemismo que significa que estas se retrasarán sin nueva fecha de finalización) u otras causas, tales como negociaciones institucionales o problemas burocráticos, que en realidad esconden la carencia de fondos para hacerles frente.
Por su importancia estratégica el tren litoral es el ejemplo más acuciante de esta realidad. Desde hace más de un año la respuesta de la Junta y del Ministerio de Fomento siempre es la misma: se está trabajando en un convenio entre ambas administraciones con la ayuda de la iniciativa privada para sufragar los trabajos. Pero el acuerdo no llega.
Estos días pesan más que nunca las caras de asombro de los turistas, cuando llegan al aeropuerto y les dicen que no hay forma de ir por ferrocarril más allá de Fuengirola. Cabe recordar que ya existe un tramo adjudicado a dos uniones temporales de empresas, un doble túnel entre Las Lagunas y La Cala de Mijas, presupuestado en 164,7 millones y que no ha comenzado.
El segundo puesto de este particular ranking de incumplimientos es para la depuradora de Nerja, por su repercusión sobre el motor económico de la Costa del Sol que es el turismo. La presencia de natas en la superficie del mar ha vuelto a ser, un verano más, la principal queja de los usuarios, y buena parte de estos residuos tienen su origen en este proyecto sin horizonte. Es, con diferencia, la infraestructura que acumula un mayor retraso, pues ya se planteó su necesidad hace más de cuatro décadas y se ha convertido en el gran punto negro en materia de saneamiento integral en la Costa del Sol.
Las últimas informaciones ofrecidas por los ejecutivos central y autonómico señalan que hay discrepancias técnicas acerca del trazado de uno de los colectores submarinos, por lo que se ha planteado la posibilidad de licitar las obras por fases. De momento, y a pesar de los numerosos plazos incumplidos en los últimos años, la planta no pasa de ser un mero proyecto, y en el horizonte está ahora el año 2015.
Otra iniciativa clave para el futuro y que tampoco acaba de despegar es la desaladora de Mijas-Fuengirola. Aunque las abundantes precipitaciones del pasado invierno han dejado bien nutridos los acuíferos y embalses, no deja de ser preocupante el retraso que acumula una infraestructura que permitirá superar los futuros ciclos de sequía con garantías y sin restricciones de suministro para ningún usuario (los agricultores no pudieron regar en el anterior periodo sin lluvias).
Adjudicada hace ya dos años por 61,7 millones (cofinanciados por el Gobierno y la Junta) aún no se ha puesto la primera piedra por dos motivos: los problemas del Ayuntamiento de Mijas para hacerse con los terrenos, un 'handicap' que parece haberse solucionado definitivamente a través de una permuta de suelo aprobada en junio; y la calma del Ministerio de Medio Ambiente para dar su visto bueno al plan constructivo.
La capital se lleva la palma
Prácticamente todos los municipios de la provincia han tenido que dejar de lado alguna idea, pero nada comparable a lo ocurrido en la capital, con una decena de iniciativas de gran calado en dique seco, y que figuran en el debe de las administraciones central, regional y municipal. El más llamativo es el prometido bulevar sobre el soterramiento de las vías del AVE, la avenida que permitirá recuperar los barrios separados históricamente por la brecha ferroviaria. Ha pasado más de un año y allí siguen los terrenos. En este caso, la causa principal es la demanda del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), dependiente de Fomento, de compensaciones urbanísticas a cambio de entregar los suelos al Ayuntamiento. Pero a nadie se le escapa que su elevado coste, por cuenta del Consistorio, tampoco lo hacen factible a corto plazo.
Muy cerca de allí, la Consejería de Obras Públicas presentó en mayo un ambicioso plan para regenerar la Carretera de Cádiz una vez concluido el túnel del metro. Pues bien, tal infraestructura ha finalizado, se está reasfaltando el vial pero no hay rastro de los nuevos jardines, las plazas y las pérgolas.
La lista podría continuar por el macrohospital que anunció la Junta, con paradas en la plaza de la Merced y los antiguos cines Astoria y Victoria, donde el alcalde, Francisco de la Torre, aspira a construir un edificio de uso cultural, aunque antes tendrá que hacerse con la propiedad.
Tampoco hay noticias del Museo del Transporte en el Campamento Benítez, que promovía Fomento; del auditorio del puerto, de la rehabilitación de los Baños del Carmen, de los jardines en la parcela de Arraijanal ni del Parque de los Cuentos en el convento de la Trinidad.
En la Costa occidental, junto a los casos ya comentados del tren litoral y la nueva desaladora, también están pendientes el nuevo Chare de Mijas pese a que fue anunciado por la Junta en 2003, y el CARE de Torremolinos, previsto en el Hospital Marítimo junto a un centro de salud.
En materia de comunicaciones viarias las principales actuaciones que siguen en el alero son la reordenación de los accesos más peligrosos de la N-340 entre Fuengirola y Manilva (se han estancado en la fase de redacción) y la solución a los endémicos atascos en la salida de la A-7 de Arroyo de la Miel, ambas competencia de Fomento.
Sin comisaría de policía
Sin salir de Benalmádena, la otra gran demanda que no acaba de ver la luz es la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía que permita desligar el servicio de Torremolinos. En Fuengirola, además del plan municipal de homogeneización de las playas que ha quedado pospuesto hasta tiempos mejores, las dos grandes aspiraciones son la ampliación del puerto deportivo (en manos de la Junta) y la remodelación de la cuarta y última fase del paseo marítimo (el tramo de Carvajal), que arrastra seis años de bloqueo y por la que el Ayuntamiento está dispuesto a llevar al Gobierno a los tribunales.
En Marbella, además de los trabajos en la travesía sampedreña, actuaciones como la ampliación del puerto deportivo Marina-La Bajadilla, la creación de nuevos centros educativos y la construcción del primer geriátrico público de la ciudad se asientan en el limbo. Los dos primeros, a la espera de que la Junta mueva ficha. La residencia del Trapiche del Prado, pendiente de que la empresa adjudicataria corrija el proyecto. En este caso, al menos se ha colocado ya la primera piedra. Fue hace diez meses y, por el momento, también ha sido la última.
La lista también es amplia en la Axarquía, aunque destacan por su relevancia el puerto deportivo entre Nerja y Torrox y la ampliación del de Caleta de Vélez, además de la citada depuradora de Nerja, municipio en el que también llevan tiempo esperando un nuevo centro de salud, que ahora se ha topado con los reparos de la Junta por la calificación del suelo cedido por el Ayuntamiento.
En el Valle del Guadalhorce, las peor paradas son las carreteras después de los retrasos, anunciados por Obras Públicas, tanto del Vial Metropolitano Distribuidor Oeste (que conectará Alhaurín de la Torre con los polígonos industriales y que complementará a la Hiperronda) como en la prolongación de la autovía del Guadalhorce (A-357) y en la nueva variante entre Coín y la A-357 a la altura de Casapalma. Los problemas de financiación también se dejan sentir en Antequera, afectando al centro de Alzheimer, al nuevo cuartel de la Guardia Civil, al palacio de Ferias y al complejo educativo.

Han colaborado: Eugenio Cabezas, Juan J. Buiza, Hugo Simón y Antonio Fuentes

 
Fuente: Diario Sur..