El capitán de este proyecto afirma que removerá cielo y tierra y que el comedor social de El Palo mantendrá su atención a los más necesitados, pero el caso es que los comensales aumentan de forma notable y son necesarios recursos para continuar con esta actividad. Alimentan a mayores solos, personas con problemas de drogadicción, familias en crisis… en definitiva, a todo aquel que lo necesite. Además de este comedor, donde ofrecen desayunos, almuerzos y cenas, la asociación en la que colaboran cerca de 50 voluntarios desempeña una amplia labor como aulas de apoyo a hijos de presos o familias desestructuradas por la droga; talleres, jornadas, cursos y charlas sobre educación en valores; atención jurídica a inmigrantes; una bolsa de trabajo; y, en este mismo año 2010 pusieron en marcha una casa de acogida para toda aquella persona que duerma en la calle y que acepte el cumplimiento de las normas establecidas. Una actividad «muy necesaria» y consolidada en la barriada; cobijo, luz y salida para muchos. Una labor que este grupo de voluntarios realiza con esmero e incluso poniendo dinero de su propio bolsillo. La colaboración del barrio es palpable, pero el proyecto requiere de 60.000 euros para funcionar al año. Las donaciones puntuales y la de los socios no dan para más. La asociación arrastra una deuda de 80.000 euros que un «mecenas» ha prestado por el momento.
El motor de esta encomiable labor, Fernando, que llena el estómago y el corazón de decenas de personas cada día, reclama colaboración, sobre todo para afrontar el alquiler. Si la denuncia de Fernando a este periódico se iniciaba con la crítica al Ayuntamiento de Málaga por haber presentado dos proyectos y no haber recibido atención, ha sido precisamente esta institución la que ha salido al rescate de la iniciativa. El principal reclamo que el presidente de Amfremar solicitaba era ayuda para mantener el alquiler que sostiene el comedor social y la casa de acogida.
Respuesta municipal
Tanto la concejala de Bienestar Social, Mariví Romero, como el director del Área, Francisco Pomares, explicaron a este periódico que se había subvencionado a esta asociación otras actividades como talleres para mayores y jóvenes, y destacaron que en este sentido desarrollan una completa labor que el Consistorio apoya. Además indicaron que existían determinadas trabas que impedían por el momento mayor colaboración, aunque mostraban su disposición a seguir dialogando.
Finalmente y según confirmó el presidente de Amfremar, los beneficiarios de este comedor social y de la casa de acogida no tienen nada que temer ya que el Consistorio se ha comprometido a pagar el 75% del alquiler del tercer trimestre de este año y de cara a 2011 trabajar para adaptar el proyecto presentado para que cumpla los requisitos que se exigen desde el Ayuntamiento, como enfocarlo más a mayores
Fuente. La Opinión de Málaga