Pensado en esto se me ocurrió que mediante un lema divertido podíamos proponer a los colegios, al ayuntamiento, a los vecinos, el dedicar una mañana a plantar árboles en determinadas zonas previamente seleccionadas; cortando el tráfico si fuese necesario con la colaboración del ayuntamiento y la Policía. De esta forma, los vecinos, los niños y todo el que lo desease podría moverse sin peligro por el barrio mientras se plantan los árboles. En este caso, me refiero a El Palo, que es donde vivo, y donde hay muchos colegios cerca uno de otro.
Una jornada, para llenar de verde todo, con una planificación y un acuerdo entre las autoridades.Tiene que ser algo simple sin complicarlo y sin que sean necesarias muchas reuniones para definir las acciones a llevar a cabo. Con un par de reuniones donde se planifiquen y se repartan las tareas es suficiente para emprender esta actividad.
Lo maravilloso que puede ser para los niños y los vecinos, para mi madre, mi vecina, que una mañana la dediquen a plantar un árbol en los alcorques vacíos. ¡Qué bonito sería!
Las especies a plantar tienen que estar definidas con un buen criterio. No pueden ser árboles que crezcan tanto que luego sus raíces levanten las aceras; no pueden ser palmeras – que tanto gustan al Alcalde – porque la idea es que den algo de sombra. Hay que buscar las especies idóneas para plantar con la complicidad de todos los que vivimos allí y de los que están de paso y que disfrutan del barrio.
Una propuesta que puede llevarse adelante en muchos puntos de nuestra ciudad.Con un poco de voluntad, entre todos podemos hacer de nuestros barrios un lugar más agradable para vivir.
¿Crees que es posible?
http://www.lcc.uma.es/~ppgg/libros/ecoarticulos.html#contaminacioninteriores
Mercedes Ruth Pirez Silvera