«No dejaré a nadie demoler, que me embarguen; voy a luchar o a morir»

"Todo el mundo habla del ruso, pero nadie me conoce". Su nombre se ha convertido en los últimos años en protagonista indudable de la actualidad informativa de Málaga. Lo fue en su día por ser la referencia del centro hispano-ruso que, en colaboración ineludible del equipo de gobierno del PP, en aquel entonces ya dirigido por Francisco de la Torre, se quería construir en Pinares de San Antón; y lo es ahora por ser responsable directo de una construcción irregular que trae de cabeza a la Gerencia de Urbanismo. Vladimir Beniachvili ha rehusado durante largo tiempo las cámaras y los medios de comunicación, lo que lo ha convertido en una mención constante pero oculta de las acciones municipales contra la obra que, sin pausa y a pesar de los numerosos apercibimientos, ha ejecutado a modo de ampliación de su vivienda desde hace casi 12 años. Ahora, tras un prolongado silencio, se sincera.

-Señor Beniachvili, ¿cómo cree que le ven los malagueños?

-La gente no me conoce. La primera vez que estoy hablando es con ustedes. Hablen con los que me conocen. No voy a hacer publicidad por mí mismo, no voy a decir que soy bueno. Soy viejo… A veces juego al fútbol y en Rincón me acerqué a unos chavales y me preguntaron: '¿Abuelo, quiere jugar con nosotros?' Me decían que me respetaban y que para mí no había fuera de juego ni nada. Corrían muy rápido, es lo que tiene la juventud, pero al final acabé marcando diez goles.

-¿Usted pensaba que iba a tener el protagonismo que ha tenido todos estos años?

-Hay un refrán en España: mala publicidad también publicidad. No podía esperarme todo esto. Estoy haciendo lo que quería, porque hay un momento en que entras en amistad con el Ayuntamiento, el Ayuntamiento te da apoyo, estamos haciendo una cosa muy grande, muy amable para que lo disfruten los malagueños y los paisanos de mi país. Yo no estoy utilizando lo que está construido. Mis vecinos no pueden entrar en mi garaje porque está precintado. Estoy esperando, que hagan lo que quieran, porque los que tienen el poder lo harán, pero yo no solo voy a defenderme en justicia en Málaga, está Madrid, Estrasburgo.

-¿Asume que ha hecho algo mal?

-Sólo es que no tengo educación de topógrafo, si la hubiese tenido no hubiese construido. Pensaba que era parcela urbana. ¿Hay raya entre urbano y no urbanizable? Mi parcela no molesta a nadie, no quita la vista a nadie y puede ser útil para los niños en ballet. Que me dejen hacer dos campos de fútbol y aquí pueden vivir cien chavales… Sólo demoler, solo demoler. Ilegal, en este momento, pero en su momento fue aprobado.

-Cuando dice que fue aprobado habla del plan especial del centro hispano-ruso. Pero ese proyecto no salió adelante. ¿Cree que el Ayuntamiento no luchó suficientemente por ese proyecto?

-Claro. Otra cosa muy importante es que hay una solución, que es ceder la parcela al Ayuntamiento y a la Junta para que hagan un hospital o lo que quieran. Puedo traer mañana un promotor para invertir 50 millones en una zona hotelera. Aprovéchame, no me mates, no me castigues.

-¿Se puede buscar una solución?

-Hay que buscar un compromiso, pero la gente del Ayuntamiento no quiere ni hablar conmigo, me prometieron en su momento que se iba a meter en el plan general. No quieren ni recibirme, sólo quieren demoler. Yo no he robado, he traído este dinero sin sacar un duro y no estoy vendiendo. ¡Cómo voy a vender apartamentos debajo de la piscina! ¿Qué se puede vender? Ni un metro cuadrado.

-¿Por qué cree que no se quieren sentar a negociar?

-Soy luchador y cabezón y no quería perder. En tres años estuvieron negociando conmigo, aprobaron y después no lucharon por mí, por el proyecto. Esto fue una cosa de mi país, ¡por qué no respetan a mi país! Gorvachov había escrito cartas; había aval de los bancos para hacer el centro hispano-ruso… ¿A quién molesta el centro hispano-ruso?

-El Ayuntamiento es inflexible. O demuele o demolerán ellos.

-No dejaré a nadie demoler, que hagan lo que quieran, que me embarguen… No sólo aquí se toman decisiones, voy a luchar o voy a morir. Está Estrasburgo. Que me multen lo que quieran. Respeto todo, la ley española, pero no he robado nada aquí. He hecho una inversión en una actuación social. Tirar es muy fácil, construir es difícil. Si quieren tirar que tiren pero se puede encontrar una solución, el Ayuntamiento conmigo. No soy solamente culpable yo.

-O sea, que no va a demoler.

-Puede ser demolido, pero yo me voy a defender. Estoy en un país donde hay ley y me voy a defender. Y hasta hoy quiero buscar una solución. Respeto mucho a Francisco de la Torre… Dicen que es que hay coches de lujo aquí. No soy pobre, no soy vagabundo, ahora no tengo dinero, pero lo tenía y lo he puesto aquí, para disfrutar con la gente de Málaga.

-Usted cree que se podría aprovechar lo que ya se ha construido. ¿Se lo cedería al Ayuntamiento?

-Se lo regalaría. Yo soy culpable, pero ellos también. ¿Cómo puede ser que me ayuden, esté tres años luchando para meter esta parcela dentro de un plan especial y al final me dejan fuera?

-Pero el Ayuntamiento insiste en que usted demuela.

-Les puedo recomendar que vayan a su casa y demuelan donde viven.

-Eso es lo que les recomienda…

-O vienen como ustedes y gastan tanto tiempo estudiando todos los papeles que hay.

-También tienen esos papeles…

-O no tienen ganas de entrar y leerlo. Solo quieren una publicidad, entrar, que se vea que hay excavadoras, porque vienen elecciones. Es como cuando los periodistas sacáis al alcalde diciendo que iba a demoler y lo tiene que cumplir. Pero él no sabe la profundidad… Existe un mecanismo que funciona muy bien, que es decir que este ruso ha construido… ¿Ustedes sabían lo que he construido?

-Por fotografías sí.

-Por fotografías, la mayor parte lo sabe por eso sin saber lo que es. Se piensa que desde la mañana hasta la noche estoy aquí tomando vino y charlando, pero nada de eso se utiliza.

-¿En los últimos años ha podido hablar con el alcalde de este tema?

-No lo quería molestar porque está trabajando tanto y con esta construcción le calientan la cabeza y el pobrecito no sabe qué contestar. Sé que le gusta mucho el deporte, es una persona que cuida mucho el deporte. Hay que invitarle y que él tome la decisión por sí mismo. Si hubiese venido aquí nunca diría que hay que demoler. ¿Cómo se puede demoler esto?

-¿Usted le invitaría a venir?

-Con mucho gusto. Pero quién me escucha. Si me voy con esta iniciativa van a pensar de otra manera. Qué negativo hay en esto. ¿A simple vista se ve lo que es urbano y no urbano? Y hay papeles en los que la propuesta del centro hispano-ruso fue aprobado de manera definitiva en Málaga.

-¿Se ha sentido utilizado?

-Lo del centro hispano-ruso no solo fue mi decisión, fue una decisión de ambas partes. No digo nada malo ni bueno, pero la realidad es así. Si el tema fue recurrido, ¿por qué no sigues, por qué no luchas? No por mí, sino porque es un proyecto bueno para Málaga. Nadie me conoce. Ruso, ruso, ruso… ¡Qué ruso!

-Usted es consciente de que desde hace diez años la Gerencia le ha mandado órdenes de paralización de obras y de demolición…

-Pero no me recuperaban mis gastos. Y hasta hoy no devolvieron dinero por las licencias que me han dado hasta en dos veces.

-Pero pidió permiso para construir una cosa y lo que hizo fue otra…

-En la parcela que fue aprobada definitivamente por el Ayuntamiento el 26 de septiembre de 2002 (alude con ello al plan especial del centro hispano-ruso, aprobado en sesión plenaria con los votos del equipo de gobierno del PP).

-Pero eso no estaba recogido en el Plan General.

-Yo no entiendo si estaba o no recogido. Había un acuerdo y licencia y debería poder urbanizar todas las parcelas, porque el proyecto de urbanización casi, casi fue aprobado si no fuera por la intervención de doña Bustinduy (alude a Marisa Bustinduy).

-Usted pensaba que ese acuerdo de Pleno le daba vía libre para hacer lo que ha hecho.

-Para mí eso fue todo, porque pasaron tres años mientras lo aprobaban definitivamente… A lo mejor es una equivocación de mi mentalidad o que no me explicaron bien. Además, nunca he tenido un abogado bueno; no prestaron atención y sólo cobraron dinero y bastante. A nadie la gusta perder dinero. Porque yo he ganado legalmente mi dinero, no he traído dinero negro y lo he puesto en esta parcela. Lo puedo justificar. He hecho mucho para Málaga y quería traer mucho dinero de mi país para hacer un centro de alto rendimiento.

-¿Ha estado mal asesorado?

-Mal asesorado y mal aconsejado, mejor dicho. La mayor parte de las cosas que se han construido las he hecho con mis manos, con mis amigos, pensando que no me estaba saliendo fuera. Yo solamente sabía de las rayas del campo de fútbol. En un campo se ve todo, aquí, no.

-¿Se siente víctima?

-No. Política es política. Yo también he estado muchos años en política en mi país. No soy víctima. Jugando al fútbol fui pícaro, fui delantero, pero aquí soy yo la persona que construye y sigue el tema social que se aprobó en su momento con el Ayuntamiento. Pensaba que la naturaleza, el Señor y la gente vendrían a ver lo que he hecho y me lo agradecerían, porque los niños de El Palo, de Pinares podrían tener un sitio donde descansar y aprovechar. Ellos piensan que desde el punto de vista de la justicia alguien lo agradecerá, pero nadie lo hará, porque lo que se queda es lo que se construye. En el comedor hay muchas mesas y sillas, pero yo no puedo comer solo, eso es para los chavales, para jugadores juveniles…

-¿Tiene la conciencia tranquila?

-Hay algunos que luchan por ponerse una medalla y demostrar que demuelen. Los partidos están luchando intentando demostrar que tienen fuerza para poner de rodillas a este ruso. Yo digo lo que la Pasionaria, "más vale morir de pie que vivir de rodillas".

-Es una obra que se ha hecho durante muchos años…

-En la izquierda de la finca hay una palmera que cuando se empezaron las obras era muy pequeña y ahora es muy grande. La mayor parte fue construido y cerrado, con la estructura, hace casi diez años, y lentamente he hecho con esfuerzo el resto. Si hubiesen precintado diez años atrás el acceso a la finca no me hubiese gastado tanto dinero.

-¿No interesaba en ese momento precintarle la obra?

-Pregúntele a ellos.

-¿Cuál es su sensación? (se toma tiempo antes de contestar).

-Por una parte quiero agradecerles que me permitieran lentamente hacer, pero por otra parte no entiendo. Que hagan lo que quieran. ¿Qué he hecho mal en esta vida? Si no soy topógrafo no puedo leer dónde está la raya. Si estoy trabajando para hacer cosas positivas para Málaga, qué he hecho malo.

Fuente: Málaga Hoy