Una pasarela desmontable

ALFONSO VÁZQUEZ. MÁLAGA
No hay que rebuscar en las novelas de García Márquez o Miguel Ángel Asturias para toparnos con el realismo mágico. En el arroyo Jaboneros, sin ir más lejos, podemos encontrar huellas de una realidad que linda con el terreno de la ficción (o el de la majaronez, precisarían algunos).
Grandes dosis de irrealidad exhibe desde hace semanas la pasarela peatonal del arroyo Jaboneros. Fue inaugurada en julio de este año por el alcalde, Francisco de la Torre, y el subdelegado del Gobierno como ejemplo de arquitectura moderna y funcional, después de años de peticiones vecinales. La obra costó 582.000 euros, costeados con los fondos Feil, y una pasarela parecida se colocó en el arroyo Gálica.
El problema es que, desde hace semanas, empiezan a faltar de la estructura del Jaboneros las láminas laterales inferiores, que además de embellecer el invento tapan los cables de este puente que se ilumina de forma tenue por la noche.
En un principio, los vecinos achacaron la desaparición de las placas a la mala calidad de los materiales, pero la realidad ha resultado ser mucho más surrealista: «Un técnico de Urbanismo me confirmó que no se están desprendiendo sino que algún desaprensivo está desmontando las chapas, que están atornilladas a la estructura», informó ayer a La Opinión Adolfo García, responsable de Urbanismo de la asociación de vecinos de Pedregalejo, que añade que se trata de chapa galvanizada y antihumedad por la proximidad del mar.
El proceso de desmantelamiento de la pasarela está siendo imparable y aunque en un principio el ladrón anónimo sólo se había atrevido a sustraer un par de placas, ya van por ocho. «Ha quitado seis de la parte que da al Palo y dos de la que da a Pedregalejo y una novena ha quedado suelta, porque no le ha dado tiempo a quitar todos los tornillos», explicó Adolfo García.
La zona de extracción de las láminas de metal es la más escondida al público, la que da a la playa del cauce ya que la pasarela es muy frecuentada por haberse convertido en una verdadera atracción turística.
Además, el ladrón desconocido tampoco se complica mucho la existencia porque opera en las placas más próximas al suelo. «Si no tendría que coger una escalera», apunta el responsable vecinal.
Adolfo García lamenta que «con lo que ha costado reivindicar esta pasarela y con lo bonita que ha quedado y ahora llega uno de estos para llevárselo a su casa». Además, reclamó al Ayuntamiento que reponga las placas con rapidez, «porque al ritmo que va, en una noche nos quedamos sin chapas».
En este sentido, llamó la atención de que las placas están sujetas por tornillos, «y si fueran remaches le costaría más trabajo».
En cualquier caso, reclamó que la Policía Local se pase más por la pasarela para evitar los robos y señaló que puede ser una buena solución instalar cámaras.
Por su parte el presidente de la asociación de vecinos del Palo, Santiago González, indicó a este diario que la pasarela se encuentra en mal estado «y ya sea porque se están cayendo las placas o por que las están robando, está fallando el control y para eso tenemos una policía, para que exista una vigilancia».
El presidente vecinal reclamó además que se repare cuanto antes la pasarela, «porque no se puede dejar que se caiga». La página web de la asociación de vecinos del Palo ya expuso hace días una colección de fotos que mostraba la ausencia de las láminas.
La concejala del distrito Este, Teresa López, declaró ayer que el distrito no había recibido ninguna denuncia sobre la falta de las placas, y que la primera noticia la recibía de este periódico. La edil aseguró que se pondría en contacto con Urbanismo «para que se repongan cuanto antes».
Por ahora, la segunda pasarela, la del arroyo Gálica, no ha sufrido desperfectos. La causa quizás estribe en que es un cauce más estrecho con demasiadas casas alrededor. Peor para el ladrón

Fuente: Diario La Opinión de Málaga