LA pintada reivindicativa tiene siempre un plus de simpatía cuando no dejan residuos. He aquí una pintada como las de antes.
PARA hacer una pintada así hace falta: 1 cubo; 1 brocha o 1 rodillo; 2 kg de pintura blanca; una pared de 12 a 15 metros de ancho; 1 ó 2 brazos ejecutores. A esto hay que añadir una voluntad de hierro y un cabreo del 15.
TODO esto se reúne en esta pintada paleña. Al parecer, en uno de esos raptos de lucidez que caracteriza a las mentes en las instituciones públicas, alguien ha “pensado” que lo mejor que se puede poner en ese punto de la playa de El Palo es una depuradora de aguas residuales.
EL lugar está a unos cien metros de la desembocadura del arroyo Jaboneros. Justo entre el restaurante Carrasco y el comienzo de la línea de merenderos y chiringuitos que se suceden de seguido. En un lugar como las playas de El Palo, donde las oportunidades de prosperidad económica no son exactamente las de La Malagueta, que se quiera poner una depuradora de aguas residuales justo en medio de bares y restaurantes, que es lo único que tiene una presencia económica respetable en la zona, sólo puede ser idea de un cráneo previlegiado de los de antes. Antes de 1975, por ejemplo. Mientras tanto, vecinas y vecinos de El palo, conscientes de que la misión de evitar esta instalación tiene un carácter histórico, reivindican el poder de una herencia cultural que puede oler a pescado, crudo (poco), asado en espeto, o frito, pero en ningún caso impregnado del olor de aguas fecales. Y de eso pretenden librar a sus hijas e hijos
Fuente: El Observador.