En Málaga, cerca de 200 personas se concentraron en el Peñón del Cuervo dispuestos a inmortalizar el fenómeno astronómico, pero la neblina impidió contemplar el espectáculo de la luna en tonos rojizos en todo su esplendor. Sólo a partir de las 23:00 horas, al alcanzar la luna una mayor altura, la visión fue algo más nítida.
En torno a las nueve y media de la noche los aficionados de todas las edades comenzaron a llegar a la playa del Peñón del Cuervo provistos de cámaras, prismáticos y pequeños telescopios. Muchos, incluso, llevaban también sus neveritas portátiles para cenar bajo las estrellas aprovechando la singular convocatoria.
Además, en la playa había dispuesto la Asociación Astronómica Sirio un telescopio de mayor potencia para el público que quisiera verlo con más calidad. El presidente de la asociación, Isaac López, se convirtió en un excelente maestro y resolvió las dudas y aportó información sobre los detalles del eclipse de luna. En este sentido, López explicó que el tono rojo responde al hecho de que es la luz de ese color la que más fácilmente atraviesa la atmósfera
fuente: Diario Sur.