Las cinco claves para detectar un melanoma en la piel

El problema estriba en un uso no racional y abusivo de los rayos del sol. En estas fechas especialmente la población busca lucir moreno. Una exposición no adecuada es la causante de la aceleración del envejecimiento cutáneo y uno de los factores desencadenantes del cáncer de piel denominado melanoma (existe el cáncer de piel no melanoma).

Para no añadir este factor de riesgo lo mejor es evitar en verano las horas centrales del día, es decir, de doce a cinco de la tarde; y aplicar crema protectora antes de la exposición solar y repetir cada dos horas a partir de un factor 15 para pieles morenas y a partir de 30 para las claras, explica el experto.

Y es que la detección de cánceres de piel, concretamente de melanomas, aumenta cada año del orden de un 7%, señala Romero. ¿Por qué? Debido a un mayor diagnóstico y también ante una mayor concienciación. «Existen otras causas polémicas que se mencionan como el cambio climático o los hábitos sociales», dice.

Aunque el melanoma depende en una parte de cuestiones genéticos, el sol es el factor más importante relacionado con él sobre el que poder actuar. Las quemaduras en la infancia y la adolescencia multiplican además el riesgo (una quemadura solar multiplica el riesgo al doble). El cáncer de piel no melanoma no está tan relacionado con las exposiciones solares agudas, sino con los rayos que se reciben día a día. Son frecuentes en la cara y en las profesiones que se realizan al sol como los pescadores o también las prácticas deportivas. Por eso es importante proteger la piel no sólo cuando se va a la playa, señala Javier Romero.

Claves de detección

¿Pero ante qué síntomas debe saltar la alarma? El experto explica que existe una regla mnemotécnica: A, B, C, D y E. A de asimetría, todo lunar que no sea redondo u ovalado, que al hacer la división de su mitad muestre dos partes que no son similares. B de bordes irregulares. C de color, con cambios o varios colores. D, de diámetro, más pequeños de seis milímetros no tienen importancia, pero por encima de esa medida hay que observarlos. Y, por último, E de evolución, si se producen cambios de forma y/o de tamaño. «Toda persona que tenga una mancha o lunar que cumpla estas características debe acudir a un dermatólogo, lo que no significa necesariamente que se trate de una lesión de melanoma, pero debe acudir», matiza. Romero considera además que hoy día la población está concienciada, por lo que acude al médico y los diagnósticos son precoces, lo que obliga a afinar al dermatólogo pero ayuda notablemente a la curación. De hecho, para tratar el melanoma precoz es suficiente sólo con la cirugía, «lo que supone un beneficio importante para el paciente, económico y social. Se trata de una extirpación simple».

Para el cáncer de piel no melanoma en el hospital Quirón ofrecen además dos técnicas novedosas. «Por una parte la cirugía de Mohs, que es una técnica quirúrgica con biopsia, de forma que se analizan el cien por cien de los bordes del tumor. También se puede utilizar para cierta variante del melanoma que suele darse en la cara», comenta. La otra es la terapia fotodinámica, una crema que a través de un proceso destruye el tumor sin dañar las células sanas y con resultados estéticos mejores que la cirugía, concluye el experto.

Fuente: La Opinión de Málaga