Inmaculada de la Torre: «La falta de accesibilidad sigue sin mejorar en la zona Este»

El barrio de La Pelusa, uno de los núcleos poblacionales de El Palo, es conocido entre sus vecinos como el 'barrio del calvario' por sus pronunciadas cuestas y numerosas escaleras.
-¿Qué le llevó a involucrarse en el movimiento vecinal?
-El objetivo al fundar la asociación de vecinos Gálica-La Pelusa era canalizar y exponer las aspiraciones vecinales para el barrio, uno de los más antiguos de la zona Este y, por tanto, con grandes necesidades. El colectivo se creó en 2009 para pedir soluciones a los problemas de accesibilidad, infraestructuras y servicios municipales de los que aún hoy carece el barrio. Antes no existía ningún colectivo que demandara mejoras en este núcleo de El Palo.
-¿Cuáles son ahora las principales demandas vecinales?
-El tema que más preocupa es la falta de accesibilidad, es el gran problema de la zona Este. En la Pelusa viven muchos mayores que ya arrastran problemas de movilidad y algunos han tenido que pagarse sus propias rampas para acceder a sus casas porque el Ayuntamiento no ha realizado mejoras notables en el barrio durante décadas, de hecho se conoce como el 'barrio del calcario' por sus escaleras y pronunciadas cuestas. Además, hay otros problemas, como el cableado aéreo descolgado o los postes de la luz en medio de varias aceras que, por otra parte, no tienen el ancho reglamentario indicado en la ley de accesibilidad vigente.
-¿Qué prioridades han transmitido al nuevo equipo de gobierno?
-Lo más urgente para los vecinos es que se cumpla el Plan de Mejora Integral y Accesibilidad de la barriada aprobado hace dos años. La Pelusa no puede vivir de actuaciones aleatorias y puntuales, necesita zonas verdes, ordenación del tráfico, poda y limpieza frecuentes. No sabemos dar prioridad a ninguna porque el barrio está muy abandonado, ya no valen remiendos.
-¿Se están acometiendo actuaciones en el barrio?
-Sí pero con cuentagotas. Se han realizado mejoras en las calles Pedro de Valdivia e Inés Suárez. En la primera han cambiado la solería dejando el mismo bordillo -adoquines- y han asfaltado toda la calle, sin llegar a eliminar las barreras arquitectónicas. En la segunda están actuando estos días tras reunirnos con la delegada del Distrito Este (Carmen Casero) y consensuar con los vecinos una reducción de la pendiente de esta calle.
De forma puntual
-Siguen a la espera de una sede vecinal, ¿han sugerido alguna ubicación al Ayuntamiento?
-La ubicación siempre ha sido el colegio Gutiérrez Mata, que utilizamos de forma puntual en algunos eventos. Solicitamos una sede oficial como tienen la mayoría de los colectivos de Málaga pero el proyecto sigue en punto muerto. El distrito nos ha comunicado que en esta zona no hay ningún local para la sede, sin embargo, los socios sí encontramos uno en el centro del barrio, con más de 200 metros cuadrados para desarrollar actividades. Contamos con monitores de pilates, pintura, yoga, guitarra española, baile, cocina, repostería, informática y fotografía, pero el alquiler es de 700 euros y la asociación no tiene forma asumirlo.
-¿Cuántos socios tienen en la actualidad?
-Alrededor de cien. Estamos satisfechos con la cifra pero contar con una sede propia nos haría llegar a más vecinos y tener fuerza en los asuntos que se exponen en las reuniones con el Consistorio. Para La Pelusa nunca hay un euro y depende de sus vecinos que eso cambie