«Este es el último día aquí; el próximo domingo estaremos en la feria, en el sitio donde se ponen los »cacharritos»», Con estas palabras se afanaba ayer la dependienta de uno de los puestos del rastro en explicarle a una clienta habitual el cambio de ubicación de esta cita dominical, el primero desde que se alojó en la explanada de Martiricos hace más de treinta años. Más allá de las conversaciones y de las indicaciones de los comerciantes, la despedida apenas se dejó notar en las callejuelas del zoco, donde una vez por semana se mezclan la ropa, las verduras, las plantas, los discos y los artículos de segunda mano, entre otras opciones. Además, un chaparrón a primera hora de la mañana hizo que muchos malagueños se lo pensaran dos veces a la hora de acudir, por lo que se notaba menos público del habitual. Con todo, a mediodía volvía a ser el hervidero de siempre, con cientos de personas haciendo la compra para la semana -a precios más económicos que en los comercios habituales- o buscando la ganga que le alegrase el día.A partir del próximo 30 de octubre el popular rastro se celebrará en el Cortijo de Torres, un recinto con mayor superficie, donde habrá más puestos y donde será más fácil aparcar. Además, se acerca a zonas de la ciudad muy pobladas, como son Teatinos, Puerto de la Torre y las urbanizaciones de su entorno, que hasta ahora había vivido muy lejos de este popular encuentro. A cambio, se despeja el camino para el próximo destino de la explanada, que albergará dos rascacielos de viviendas, un edificio de oficinas y grandes zonas verdes, vinculado a los terrenos de la antigua Citesa, según consta en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la capital, ya en vigor.Mejores accesos y servicios La zona de atracciones de Cortijo de Torres tiene una extensión de unos 24.500 metros cuadrados, capacidad suficiente para albergar a un total de 300 puestos, 56 más que ahora, con una superficie de 30 metros cada uno. De hecho, esta circunstancia ha abierto la posibilidad de acceder a un permiso por primera vez en siete años. Los comerciantes contarán con instalaciones y servicios de más calidad para llevar a cabo su actividad, así como con más facilidades para la carga y descarga de la mercancía y una mejor gestión de los residuos que se generen. Las obras para acondicionar el recinto han supuesto una inversión de 339.783 euros. Otra cuestión clave para el Área de Comercio del Ayuntamiento de Málaga, que ha negociado el cambio de ubicación con los empresarios, es la forma de evitar la competencia desleal de los puestos ilegales. De esta forma, la ubicación de los puestos en el recinto ferial dificultará la aparición de »manteros» y vendedores sin permiso.En las barriadas de la capital se celebran dieciséis mercadillos durante la semana, que comprenden un total de 1.354 autorizaciones estables, aparte los permisos puntuales para la época de feria, Semana Santa, la venta de castañas en otoño, etcFuente: Diario Sur.
El último rastro en Martiricos
- Publicación de la entrada:24/10/2011
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