Bernarda de Utrera nació en la tierra que llevaba como apellido artístico, en los primeros días de marzo de 1927, días antes de que la primavera llenara de colores la campiña. Nacidaen el seno de una de las familias más grandes del cante que transita entre Utrera y Lebrija, era hija de José, el de Aurora, y la Chacha Inés. Porsus venas corría la sangre del legendario Pinini, –el que alborotaba la Calle Nueva cuando se ponía a gustito-, que dejó a las nietas sus cantiñas como herencia; fue prima de El Perrate y María ”La Perrata, tía del profesor, guitarrista y cantaor Pedro Peña –a su vez padre del pianista Dorantes y el guitarrista Pedro Peña- y de su hermano Juan Peña “El Lebrijano”, así como de los cantaores y el guitarrista Gaspar de Utrera, El Turronero y Pedro Bacán, ya junto a ella en el “cortijo de los callaítos”.
Bernarda y Fernanda |
Hermana de Fernanda Jiménez Peña, “Fernanda de Utrera”, la otra “Niña de Utrera”-quien falleció, a los 83 años, el 24 de agosto de 2006- , Bernarda no sería profesional hasta bien cumplidos los treintas años cuando, junto a su hermana –con la que siempre actuó en pareja-, comenzó a cantar en los primeros festivales de la zona. Y de ahí, a Madrid –como casi todos en aquella época- a trabajar en los tablaos, que cuando entonces eran la escuela obligada para cualquier artista que se preciara y punto de encuentro donde escuchar a los mejores. Ella comenzó en el mítico tablao Zambra para pasar con posterioridad a otros como El Corral de la Morería, Las Brujas o Villa Rosa. Y entre tanto “cruzó el charco” para cantar en la Feria Mundialde Nueva York –donde su madre le aconsejó que pusieran un puesto de calentitos- junto a las mejores figuras del momento.Eso fue 1964; y cuenta la leyenda que, mientras miraba la inmensidad del océano con los ojos de la Estatua de la Libertad, le preguntó a quien estaba a su lado: "¿Por dónde queda Utrera, primo?".
La carrera artística de Bernarda de Utrera corre pareja a la de su hermana. La gran cantaora festera formó una pareja cantaora inolvidable con su inseparable Fernanda. Llegando ambas a las más altas cotas del escalafón flamenco. A pesar de la oposición de su padre, que conocía cómo era la vida de los flamencos en aquel tiempo, tanto Bernarda como su hermana participaron en 1952 en la película “Duende y misterio del flamenco” de Edgar Neville. Las dos hermanas participan en el II Concurso Nacional de Cante Jondo y Flamenco de Córdoba en 1959, en la etapa final del certamen comenzado dos años antes; de ahí el error de los que señalan el año 1957 como el de su participación-. Allí ambas obtendrían el primer premio de cante por bulerías y Fernanda, además, el segundo de cante por soleá detrás de Juan Talega, que ganó el primer premio. Ese año grabaron su primer disco, “Sevilla, cuna del cante flamenco” (1959), de la mano de Antonio Mairena. Posteriormente, entre 1962 y 1964, ambas hermanas actuaron en el ya citado tablao “Las Brujas” de Madrid. Y tras su paso por la Feria Mundial de Nueva York es contratada por Manuela Vargas, con la que recorre distintos países de Europa y el norte de África.
Entre esta fecha y la muerte de Fernanda, las dos hermanas fueron santo y seña del mejor cante utrerano y figuras imprescindibles en los más grandes eventos flamencos. Una vez que la pareja se disolvió por la enfermedad de Fernanda, Bernarda apenas si cantó exceptuando los dos discos que grabó y algunas actuaciones puntuales. Una de las últimas tal vez fuera la que tuvo lugar en 2002, durante la XII Bienal de Flamenco de Sevilla, en el espectáculo "Poderío", junto con La Paquera de Jerez –otra grande que se nos fue- y otras artistas. Emocionada, dedicó su actuación a Fernanda, que ya estaba sumida en el olvido. De aquella noche, Silvia Calado, escribió con acierto y hermosura:
“Bernarda entra pidiendo un aplauso para su ausente mitad Fernanda, derramando la pena. Vestida de azul, los ojos ensombrecidos, viene disculpando los nervios, cuan principiante, derramando corazón… éste ahogando las huellas de la edad. Solearera, pues como después apuntó por bulerías, "fue Mercé La Serneta, la que mejor lo cantaba, que buena escuela ha dejao, ay que cante más gitano, la Fernanda y la Bernarda, lo llevamos de la mano". Fandanguera, como ella misma. Buleriera, como se entiende en la campiña… y la edad rendida y la pataíta esbozada y la historia viva. Genuflexión”.
Bernarda, en una acto institucional |
Igual que Fernanda, Bernarda era muy querida en Utrera y en Sevilla, y en todos los lugares del cante donde se aprecia el arte que nace de la esencia. Fue premiada y reconocida con múltiples galardones, destacando los del Premio Nacional de Cante de la Cátedra de Flamencología y Estudios Folclóricos de Jerez de la Frontera, Concurso Nacional de Cante Jondo y Flamenco de Córdoba (1959), Premio Mejor Música del año de Radio París (1988), Medalla de Andalucía (1994, en su categoría de plata), Hija Predilecta de Utrera, Hija Predilecta de la Provincia (2000), XII Bienal de Arte Flameco de Sevilla (2002), Medalla del Mérito al Trabajo y Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2005). Ese mismo año, el 7 de mayo, el Ayuntamiento de Utrera inauguró el monumento a Fernanda y Bernarda, que representa a las hermanas cantando vestidas de flamenca, en la plaza Ximénez de Sandoval, próxima a la calle que lleva el nombre de las hermanas que más gloria han dado a Utrera.
Su discografía[1], como casi todo en su vida artística va unida a la de Fernanda. De hecho, grabó su primer disco en solitario seis años antes de que muriera su hermana y hasta 2003 no volvió a hacerlo, en esta ocasión para dedicar su mejor cante “A Fernanda”. Por eso en la contraportada del álbum escribió “Con todo mi cariño y admiración”. En ese disco, además de las imprescindibles bulerías, dejó registrada una selecta gama de cantes -fandangos, tientos, tangos, soleá por bulerías, seguiriyas y soleares- para certificar que su arte iba más allá de los estilos festeros por los que era conocida por el gran público; quizá porque siempre estuvo “tapada” por la personalidad de la gran solearera. Tal vez por eso, su sobrina Teresa Peña, productora del disco, afirma: "Lo que ocurre es que estaba nublada por la grandeza de su hermana, pero por supuesto que era una cantaora larguísima". Y lleva razón la periodista, hermana de El Lebrijano, pues aunque “la especialidad” de Bernarda era el cante festero, en especial la bulería en su modalidad de cuplé y bolero; sin embargo, los que la habíamos escuchado cantar fuera de los escenarios de los festivales veraniegos sabíamos de ella que poseía un gran conocimiento del cante y que interpretaba y dominaba cantes como los citados, o el taranto y las cantiñas.
Con todo, de su amplia discografía –con su hermana, con otros o formando parte de alguna antología- hay una grabación televisiva -“Rito y geografía del cante”-, luego editada en vídeo y DVD que hemos de destacar aunque sólo sea por aquellas bulerías con marchamo personal, además de seguiriyas, tientos y fandangos, acompañada al toque por Diego del Gastor; como también creemos necesario señalar el doble elepé que grabó con su hermana en Francia y que fue distinguido con el Gran Premio de la Academia Francesa el Disco.
A lo largo de su carrera la acompañaron casi todos los más grandes guitarristas , cuales fueron y son, a modo de ejemplo no limitativo, Diego del Gastor, Melchor de Marchena, Paco Aguilera, Juan Maya “Marote”, Manolo Domínguez “El Rubio”, Juan Carmona “Habichuela”, Manuel Morao, Enrique de Melchor, Paco del Gastor y José Luís Postigo.
"Aunque a la gente le gusta más mi cante que el de mi hermana, la gente está equivocada. Fernanda es más pura". Eso afirmaba en la citada intervención de una televisión en blanco u negro, con apenas medios, en la que el talento era lo habitual y no un milagro tal ocurre en la actualidad. En aquellos años en los que la sociedad ardía consumida por los aires revolucionarios que venían de Francia, Bernarda se hizo muy popular cantando el cuplé y el bolero por bulerías. Festera genial, aunque no únicamente, era depositaria de estilos característicos heredados y aprendidos en su familia. Verbigracia: las cantiñas atribuidas a su abuelo o los fandangos a ritmo de soleá, que haría suyos Manuel Vallejo.
Fuente: Paco Vargas.
[1]Al margen de grabaciones caseras y reediciones, estos son los títulos editados en distintos formatos en los que participa: Sevilla, cuna del cante flamenco (1959) , Canta y baila Andalucía (1962), Por ver a mi madre diera (1962), Jaleo flamenco (1966), El flamenco de Manuela Vargas (1966), Festivales flamencos (1966), Festival de cante jondo Antonio Mairena (1967), El cante de Fernanda y Bernarda de Utrera (1967), Quisiera ser como el aire (1967), Si me ven hablar contigo (1967), Archivo del cante flamenco (1968), Potaje gitano de Utrera (1968), Romance de la reina Mercedes (1968), Al mismo juego (1970), Antología de las bulerías (1971), Fiesta en Utrera II (1971), Duende del cante 1972), Su cante (1972), Triana, ay mi Triana (1974), Manuela Vargas, flamenco puro (1975), Utrera canta (1982), Magna antología del cante flamenco (1982), Antología del cante gitano de nuestra tierra (1986), Medio siglo de cante flamenco (1987), Maestros del flamenco. Bulerías (1988), Flamenco. En concert a Paris (1988), Cante flamenco (1988), Maestros del cante (1990), Raza y compás (1990), Testimonios flamencos. Historia del flamenco (1996), Cultura jonda 7 (1997), Cultura jonda 10 (1997), Quejío, ritmo de la sangre (1997), Un gitano de ley (1997), Utrera en directo (1998), Ahora (1999), Cantes inéditos (1999), Gitanas de Utrera por bulerías (2000), A Fernanda (2003)