El catalán Josep Maria Rodríguez, Premio de Poesía Generación del 27

Como el pianista que después de mucho ensayo consigue tocar bien. Así se sintió Josep Maria Rodríguez (Súria, Barcelona, 1976) al terminar 'Arquitectura yo'. Quería «ser sincero» consigo mismo. Y le apetecía hacerlo en un libro «mucho más contundente, menos amable» que sus últimos poemarios. El resultado es esta «cartografía» de sí mismo que no solo le ha dado la satisfacción de «haber mejorado» sino que además ha tenido recompensa. En él ha recaído este año el XIV Premio Internacional de Poesía Generación del 27, cuyo fallo hacían ayer público la diputada de Cultura, Marina Bravo; el director del Centro del 27, José Antonio Mesa Toré; y el poeta y articulista de SUR Manuel Alcántara, presidente del jurado de este premio dotado con 20.000 euros. Junto a él, Luis García Montero, Antonio Garrido Moraga, Francisco Díaz de Castro, Jesús García Sánchez, Mesa Toré, y Antonio Jiménez Millán, ganador de la anterior convocatoria.
Como destacó el profesor de la UMA y crítico literario Antonio Garrido Moraga, 'Arquitectura yo' es un «magnífico» libro que «indaga en el misterio» y la «exploración del yo». Como añadió, se trata de «una construcción donde el poeta consigue con un libro de gran modernidad, una espléndida arquitectura y de imágenes literarias, sorprender y producir efectos nuevos en el lector». Con esta «meditada y trabajada» obra, según Garrido Moraga, el poeta catalán se ha impuesto a los 304 aspirantes procedentes tanto del resto de España como de otros países, sobre todo de México y Argentina, aunque también se han recibido textos de Estados Unidos, Costa Rica, Portugal, Venezuela, Suiza, Alemania, Holanda, Cuba, Italia y Francia, entre otros.
Nacido en Súria, aunque residente en Lleida, Josep M. Rodríguez -como le gusta firmar- da clases de lengua para adultos, labor que compagina con su pasión por la literatura. Curiosamente, todo tiene su origen en la música. En realidad, empezó escribiendo canciones para su grupo de rock. Fue en la universidad cuando, con la distancia, se volcó en la poesía. «Leía mucho para inspirarme y tomar referencias», recordaba el autor, ilusionado especialmente con este galardón porque no es el primero que recibe en el Centro del 27. Se da la circunstancia de que Josep Maria Rodríguez ya ganó hace ocho años con 'La caja negra' el Premio Emilio Prados, que también otorga la institución de calle Ollerías.
«Para mí es el mejor en poesía, mi primer premio. Ganarlo entonces y que ahora me den este, el de los 'grandes', es como decir que me he hecho mayor», declaraba el autor catalán, que tiene en su haber otros cuatro poemarios ('Las deudas del viajero', 'Frío', 'La caja negra' y 'Raíz', Premio Emilio Alarcos). En este caso, Rodríguez bucea en «los andamiajes del yo» a través de temas como la soledad, el abandono de la juventud, la búsqueda de la identidad o el amor.
El resultado es su libro «más rotundo». «Generalmente van creciendo poco a poco, casi con lentitud de árbol, pero este ha caído a plomo», reconocía Rodríguez, autor también del ensayo 'Hana o la flor del cerezo'. Además, ha traducido los 'Poemas de madurez', de Kobayashi Issa, y ha publicado las antologías 'Yo es otro' y 'Alfileres'. En el terreno de la novela, acaba de zambullirse, pero aún está empezando el camino
 
fuente: Diario sur